Los países emergentes también se enfrentan a una crisis sanitaria debido al COVID-19 con graves consecuencias financieras y económicas. En este contexto, la deuda en dólares estadounidenses ha experimentado caídas de un 13% y la deuda en moneda local de los mercados emergentes ha bajado un 15% en términos de dólares estadounidenses, en lo que va de año. Kirstie Spence, gestora de cartera de Capital Group, analiza en esta entrevista el mercado de deuda emergente.
P. ¿Cómo le ha ido a la deuda de los mercados emergentes en estos mercados volátiles?
R. La mayor parte de las caídas en deuda emergente refleja la debilidad de los tipos de cambio de los emergentes frente al dólar estadounidense. Dentro de la deuda en dólares, la que se ha debilitado de forma desproporcionada ha sido la de alto rendimiento, mientras que las caídas dentro del segmento de grado de inversión en los mercados emergentes están mucho más en línea con los movimientos sus pares en Estados Unidos. Los resultados también han sido desiguales en la deuda en moneda local, pero en realidad algunos de los mercados frontera han sido más estables. Esto podría deberse, probablemente, a la falta de liquidez y al hecho de la propiedad de sus bonos es insuficiente.
P. ¿Cómo ha sido la liquidez en los mercados de deuda emergentes?
R. Se han combinado varios factores para crear una tormenta perfecta en los mercados de deuda emergentes. La propagación del virus creó temor y generó una venta correlacionada, que fue seguida por una crisis del precio del petróleo que siempre tiende a impactar a los emergentes como una clase de activo relacionado con los productos básicos… Al mismo tiempo, los ETFs se han soltado en grandes cantidades; había una demanda de bonos del Tesoro de EE.UU. y de dólares que no se podía satisfacer, todo ello mientras que los bancos e intermediarios se veían afectados por los aspectos prácticos que suponía el teletrabajo, incluido el del papel de la intermediación, que se veía obstaculizado por las regulaciones contra las actividades de asunción de riesgos fuera de un entorno autorizado.
P. ¿Cómo ha evolucionado?
R. Hemos visto que varios bancos centrales han tomado medidas extraordinarias que han ayudado a aliviar la situación. Los mercados hipotecarios y del Tesoro funcionan mejor, y la emisión de crédito con grado de inversión de los Estados Unidos en marzo fue la más alta registrada, ya que las empresas tratan de asegurar la liquidez. Gracias a la base de compradores nacionales y al apoyo de los bancos centrales y locales, también ha mejorado la liquidez comercial en los mercados emergentes locales. La liquidez está entrecortada, pero en realidad hay muy poca negociación fuera de los mercados locales, aunque parece que se trata de algo que se está normalizando. Cada vez hay más países emergentes que han entrado en situación de confinamiento (Sudáfrica, India, Argentina y algunas partes de México), lo que también ha creado problemas de liquidez, aunque estamos empezando a ver cómo esto se flexibiliza. Capital Group ha sido capaz de operar en este momento difícil, gracias a las buenas relaciones y a la persistencia de nuestros operadores. Sin embargo, somos capaces de ejecutar muy pocos de los precios que vemos en las pantallas, especialmente los más bajos.
P. ¿Qué importancia tiene China en la recuperación de los mercados emergentes?
R. El papel de China en la recuperación económica mundial es clave, especialmente para los emergentes. Es probable que su recuperación sea lenta, porque las cadenas de suministro están bloqueadas y EE.UU. y Europa están efectivamente cerrados. Sin embargo, vimos las recientes cifras del PMI, que fueron más positivas de lo esperado, demostrando una cierta recuperación temprana. China tiene mucha potencia de fuego en términos de estímulo adicional y una fuerte voluntad para utilizarla; el país necesita el crecimiento económico para la estabilidad política. El país también podría involucrarse en la concesión de préstamos a los países; se trataría más bien de un papel de mediador si ciertos mercados emergentes se enfrentan a dificultades de refinanciación más adelante.
P. ¿Cuál es su perspectiva para la deuda emergente?
R. Claramente el contexto económico global para los emergentes, de hecho para todo el mundo, es dramáticamente diferente a lo que era hace uno o dos meses. Nuestro escenario base para 2020 fue uno con tipos de interés relativamente benignos y de crecimiento global, lo que habría sido un apoyo para la deuda emergente. Ahora esperamos una gran contracción en el crecimiento global en el segundo y potencialmente tercer trimestre del año. No espero una recuperación en forma de V debido a la naturaleza de la pandemia y la duración del confinamiento económico. El precio del petróleo ha caído drásticamente, al igual que otras materias primas, lo que es ampliamente negativo para los países emergentes.
El peor escenario podría ser uno en el que no se puedan refinanciar las medidas de estímulo de los mercados emergentes, como las que se han visto en los desarrollados, debido a una recesión prolongada y que nos enfrentemos a una reestructuración de la deuda, digamos, en los próximos 12 meses.
Sin embargo, la probabilidad de que esto ocurra es muy baja porque también hemos tenido un nivel de estímulo enorme y sin precedentes tanto a través de la política monetaria para apoyar los mercados financieros como de la política fiscal para apoyar las economías más amplias. Eso se ha producido tanto en algunos países emergentes tanto a nivel individual como a nivel internacional.
P. ¿Cuándo tocará fondo el mercado?
R. Mientras las autoridades se mantengan a la vanguardia en cuanto a la provisión de liquidez y una respuesta fiscal para tratar de apoyar el crecimiento, creo que ese sería un telón de fondo relativamente favorable para la deuda de los mercados emergentes. También creo que los inversores seguirán buscando activos de mayor rentabilidad con carteras tradicionales de activos con grado de inversión que ofrezcan bajos retornos, lo que respaldará la emisión de deuda emergente. Es muy difícil calcular cuándo tocará fondo el mercado, pero estamos ajustando las carteras, rotando las posiciones sin hacer grandes cambios, esperando que estos den sus frutos en un horizonte temporal de 12-18 meses.