En algunos mercados, los ETFs de renta fija han ofrecido en las últimas semanas descuentos frente a los valores liquidativos de sus subyacentes, unos desajustes que se deben a factores como el margen entre la oferta y la demanda de esos valores subyacentes, los costes de ejecución, el sentimiento del inversor y el riesgo del mercado. Aunque algunos de esos desajustes, que corresponden a la normal operativa de los ETFs (porque el precio del ETF se mueve más rápido que el valor liquidativo de sus bonos subyacentes) ya se han corregido, en el mercado circulan ideas en torno a la incapacidad de los fondos cotizados para ser eficientes en los mercados de deuda. En un reciente informe, State Street Global Advisors, SPDR, desmonta siete mitos que muestran por qué los fondos cotizados son un instrumento muy válido para la inversión en renta fija.
Mito 1: El mercado de ETFs de renta fija ha crecido tanto que distorsiona el mercado de bonos
Frente a esta idea, SPDR responde con una realidad: a pesar de su rápido crecimiento, los ETFs de renta fija solo representan el 1,5% de todo el universo de deuda invertible y el 3,3% del mercado high yield estadounidense.
“El mercado de ETFs de renta fija es relativamente joven: el primer ETF de este tipo fue lanzado en 2002. Hace solo diez años, los activos bajo gestión en ETFs de renta fija representaban 48.000 millones de dólares y cerca del 1,9% de los fondos de renta fija en todo el mundo, según datos de Morningstar. Mientras, los ETFs representaban apenas un 0,2% del universo de deuda global invertible, según las mediciones del Bloomberg Barclays Multiverse Index, que incluye bonos con grado de inversión y high yield emitidos en divisas de mercados desarrollados y emergentes». A 30 de junio de 2018, los ETFs de renta fija representaban el 10,2% del mercado de fondos mundial, con 800.000 millones de dólares en activos. Aunque el crecimiento de estos instrumentos ha sido sólido, todavía suponen apenas el 1,5% del universo total de renta fija invertible. Los flujos de entrada han sido fuertes, pero no se han producido únicamente a expensas de otros vehículos de inversión existentes. Más bien, han hecho crecer al mercado en su conjunto, explican en SPDR. En lo que respecta a su impacto en los precios de mercado, estos instrumentos aún constituyen una parte relativamente pequeña de los tipos de subactivos del mercado de deuda, añaden.
Además, explican, en ciertos segmentos de deuda, los ETFs se están convirtiendo en una fuente importante de liquidez para sus respectivos mercados. Los ETFs suelen suponer menos del 5% de los activos en casi todos los segmentos del universo de renta fija en dólares. Sin embargo, en muchos casos, estos instrumentos representan un porcentaje mayor del volumen total de operaciones. Por ello, los ETFs de deuda pueden ser una fuente de liquidez añadida para esos mercados.
Mito 2: Los ETFs de renta fija no son lo suficientemente líquidos
Frente a la idea de que los inversores podrían tener problemas si todos quieren liquidarlos al mismo tiempo, SPDR explica una realidad: la liquidez de un ETF de renta fija es, como mínimo, idéntica a la del mercado subyacente que replica y la posibilidad de invertir en un ETF a través del mercado primario y/o secundario puede ofrecer mayor liquidez en comparación con estrategias alternativas de inversión en bonos, como fondos indexados o de gestión activa.
Según el estudio, la estructura singular de un ETF de renta fija -que convierte una cartera de bonos diversificada en una acción única y comerciable- proporciona dos fuentes de liquidez al inversor: el mercado primario, al que se puede acceder a través de un participante autorizado; y el secundario, al que se puede acceder directamente. Estas dos fuentes definen el perfil de liquidez general del fondo. Así, solo se puede evaluar con precisión la liquidez de un ETF si se tiene en cuenta la liquidez del mercado primario. E incluso en periodos de gran volatilidad, había liquidez suficiente en el mercado secundario para permitir a los inversores comprar y vender sus posiciones sin tener que acudir al mercado primario.
«Los ETFs de renta fija son el único vehículo de inversión del mercado de bonos que proporciona dos formas de liquidez y ofrece un acceso diversificado y transparente con fijación de precios intradía», dice el estudio.
Mito 3: Con un ETF de renta fija, el inversor sobrepondera las empresas más endeudadas y, por tanto, las de mayor riesgo
Para SPDR, la realidad es otra: la capacidad de emitir deuda está directamente relacionada con la fortaleza financiera de una empresa. Y la construcción del índice de un ETF proporciona diversificación y, con frecuencia, emplea límites de ponderación para mitigar los riesgos de concentración.
“Además de la amplia diversificación que ofrecen los índices, los grandes emisores de deuda son también empresas con importantes activos y per les de ingresos. Esto les brinda la capacidad de pagar y hacer frente a la deuda en el balance de la compañía. Por tanto, si solo nos centramos en la cantidad de deuda que tiene un emisor en un índice, estaremos pasando por alto algunas variables clave”, explican. Según el estudio, los índices se rigen por normas y se centran en la diversificación y la liquidez para garantizar que se pueda invertir en ellos. Como resultado, no toda la deuda de un emisor se incluye en un índice y eso da una imagen incompleta del endeudamiento general de la empresa. Por ejemplo, un emisor puede contar con pasivos a corto plazo que no reúnen los requisitos de inclusión en un índice, o una financiación de deuda garantizada de forma subordinada, o una financiación denominada en otra divisa.
Según el estudio, un nivel alto de endeudamiento de un emisor tiene poco que ver con la capacidad de pago o la solvencia de la empresa. “Las empresas con una carga de endeudamiento superior no suponen un riesgo mayor para el inversor que aquellas con menos deuda. Si se diera el caso de que grandes cargas de deuda equivaliesen a un mayor riesgo crediticio, el mercado de bonos corporativos mostraría una relación linear entre las calificaciones crediticias y la deuda pendiente de pago. Sin embargo, las agencias de calificación crediticia consideran varios factores además de la cantidad de deuda, como, por ejemplo, la capacidad para afrontarla”.
Mito 4: En mercados volátiles, los ETFs de renta fija obtienen un rendimiento inferior al de los fondos de gestión activa
La realidad es que durante los cinco episodios de volatilidad en los mercados más importantes de los últimos 25 años, las exposiciones a renta fija indexada habrían registrado, de media, un rendimiento un 77% superior al de los gestores activos.
El equipo de ETFs de SPDR ha analizado cinco eventos de mercado significativos ocurridos en los últimos 20 años, que generaron periodos de volatilidad o turbulencias en los mercados de bonos. Entre ellos se encuentran la crisis financiera global, la crisis de la deuda griega y la caída de los precios del petróleo en 2016, que agitó los mercados de capitales de todo el mundo. Los resultados contradicen el mito de que la gestión indexada de renta fija tiene un rendimiento inferior al de las estrategias activas.
Durante una crisis, los spreads se amplían y la tasa de impagos aumenta, mientras crece la demanda de bonos del Tesoro debido a la huida del inversor hacia activos más seguros. Lamentablemente, cualquier gestor activo con una sobreponderación al crédito –y, por tanto, con una mayor beta crediticia- puede verse perjudicado por el aumento de la tasa de impagos. Los gestores que baten al índice de referencia durante una subida del mercado no suelen ser capaces de prever una crisis y reducir el riesgo cuando todos los inversores están vendiendo. Esta exposición al crédito perjudica al rendimiento en entornos de aversión al riesgo (risk-off). Además, las estrategias activas tienden a estar más concentradas, mientras que la indexación proporciona una exposición más amplia, lo que permite disminuir los riesgos idiosincráticos en mercados volátiles a través de la diversificación.
“Este análisis no descarta ambas exposiciones, activas e indexadas, a la hora de construir una cartera eficiente. A largo plazo, claramente hay lugar para las dos: las exposiciones basadas en índices pueden amplificar las activas, beneficiando así al rendimiento a largo plazo y reduciendo las tasas”.
Mito 5: Los ETFs de renta fija solo son útiles para las exposiciones a bonos más amplias y sencillas
Frente al mito de que los gestores activos obtienen un mejor rendimiento en áreas nicho, como la deuda de mercados emergentes, en SPDR explican que desde 2013, un alto porcentaje de gestores activos en el universo de deuda emergente ha registrado rendimientos por debajo del índice de referencia. “En el pasado, muchos inversores creían que una estrategia activa era la mejor manera de invertir en deuda de mercados emergentes. Esa creencia se basaba en ciertas suposiciones, como, por ejemplo, que la exposición indexada es demasiado cara para ser implementada con e ciencia en mercados emergentes. Además, muchos inversores ven la deuda emergente como un mercado ineficiente en el que se necesitan gestores activos para identificar y extraer valor, y evitar los segmentos más débiles. Pero la realidad es distinta. Hoy en día, la deuda emergente ofrece mucha más liquidez y diversidad, y la mayoría de los gestores activos no consigue batir sus índices de referencia a largo plazo”, dice el informe de SPDR.
Analizando a los gestores activos de la base de datos de Morningstar que replican el JPM GBI-EM Global Diversified Index (GBI-EM), explican que, aunque algunos gestores activos registran un rendimiento superior a sus índices de referencia, la mayoría no ha conseguido mantenerlo a largo plazo. “Este patrón de rendimiento inferior indica que muchos gestores activos afrontan dificultades constantemente en el universo de deuda emergente, y no se puede culpar a ningún año concreto”, añaden.
Además, la diversificación de un ETF puede ayudar a mitigar los efectos de los acontecimientos políticos y de sentimiento del mercado, que son difíciles de predecir.
Mito 6: La inversión indexada no es apta para bonos porque hay demasiados como para lograr indexarlos de manera eficiente
Ante ello responden que el objetivo de un gestor de inversiones indexadas es intentar replicar el rendimiento de un índice con un tracking error mínimo. El objetivo no es mantener todos los bonos del índice. Por lo general, no es posible adquirir todos los bonos de un índice, debido a la enorme cantidad de bonos existentes.
“Dada la diversidad de las participaciones, los gestores de carteras intentan replicar las características de riesgo del índice, en lugar de adquirir cada valor individual. Esto significa replicar la duración, la curva de rendimiento o la exposición crediticia del emisor. El muestreo o sampling puede ser la técnica más eficiente en la construcción de carteras, ya que muchos índices de renta fija incluyen un gran número de valores, pero no todos ellos se pueden adquirir. Si sumamos los altos costes de transacción para acceder a bonos ilíquidos, la réplica total no siempre es posible o práctica. Con este enfoque, el gestor puede tratar de construir la cartera con las mismas características que el índice”, explican.
A un alto nivel, los gestores pueden adoptar dos estrategias para asegurarse de que el tracking error permanezca controlado y que las desviaciones del rendimiento sean mínimas como resultado de las diferentes exposiciones: top-down o bottom-up.
Mito 7: Muchos inversores no están preparados para operar con ETFs de renta fija
Frente a la idea de que es un proceso complejo, y entender la valoración y la liquidez del ETF puede resultar desafiante, responden: la complejidad depende de las necesidades del inversor, pero hay formas sencillas de acceder a los ETFs de renta fija.
El inversor que quiera operar con ETFs de renta fija tiene dos vías principales: operaciones bursátiles o extrabursátiles. Algunos inversores desean entender los elementos que se utilizan para fijar el precio de un ETF, como el capital, el interés, la liquidez o el interés acumulado/los ingresos no distribuidos. Esta información se usa para establecer el valor neto (NAV) y se incluye en los costes que un bróker debe asumir al crear/liquidar participaciones de un ETF, que a su vez se incluyen en el precio que está dispuesto a pagar por comprar o vender esos títulos.
Por lo general, los emisores de ETFs publican informes diarios que incluyen todos esos elementos, para que cualquier inversor pueda valorar el ETF. No obstante, las valoraciones siguen siendo dinámicas, ya que dependen de factores como la hora de la operación (en general, es mejor operar cuando el mercado subyacente es líquido y se puede aprovechar la oportunidad de creación/liquidación); costes de cobertura; y cargos del balance del agente. Y las valoraciones son dinámicas porque el precio de compra/venta puede variar según el volumen de la operación, apostilla el informe de SPDR.