La crisis del coronavirus ha puesto de acuerdo a muchos asesores: vamos a sufrir una recesión en algún momento y gran volatilidad en las bolsas, pero la situación llegará a su fin, los mercados recuperarán y se pueden vislumbrar algunas oportunidades en diversos activos (renta variable y renta fija) y, dentro de éstos, en sectores muy castigados, como el bancario, o en sectores con protagonismo en la crisis, como el de salud. O en aquellos que vuelvan a la normalidad antes o que se beneficien de las medidas monetarias y fiscales. Así lo explican a Funds Society una decena de empresas de asesoramiento financiero.
Una recesión cercana
Los expertos creen que la recesión llegará en algún momento: “Es casi seguro que vamos a sufrir una recesión en todo el mundo, con mayor intensidad en Asia en este primer primer trimestre, y en Occidente el segundo y quizá tercer trimestre de 2020 también. Los indicadores adelantados, por un lado, ya lo demuestran y el parón de actividad de muchos sectores por el retraso en el freno del contagio y en el descubrimiento de la medicación para la cura del virus y su vacuna, por otro, también lo señalan”, explica Guillermo Santos, socio de la EAF iCapital.
“Los mercados suelen anticipar lo que ocurre en la economía mundial, pero incorporan grandes dosis de miedo o euforia que acaban distorsionando los precios reales de las compañías. Por eso hoy, y con la información que tengo hasta la fecha, creo que el impacto económico será brutal, aunque el mercado ya ha descontado gran parte de esta recesión”, dice David Levy, desde DiverInvest, en una reciente comunicación.
“Sin duda vendrá una recesión, si bien no soy capaz de cuantificar su duración, pero dos trimestres seguro como mínimo. Los paquetes de medidas monetarias y fiscales son excepcionales, acordes con la gravedad de la situación, que desde luego amortiguarán el impacto negativo en el crecimiento económico, pero veremos si son suficientes para evitar una crisis económica más prolongada. Hay que tener en cuenta que nunca se había producido un “lockdown” a escala global”, explica Munesh Melwani, socio fundador-director general de Cross Capital EAF.
“La recesión va a llegar, sin duda, lo que habrá que ver es con qué profundidad. Asusta el número de ERES y ERTES que ya se han puesto en marcha”, dice Cristóbal Amorós, de Amorós Arbaiza Inversiones EAF. “El impacto económico está siendo muy significativo. Hay simultáneamente shock de oferta, shock de demanda y shock financiero. El parón de la economía a nivel global se traducirá en trimestres de crecimiento negativo. La intensidad y la duración dependerá de las medidas que se vayan implementando y el tiempo que se tarde en controlar la propagación del virus”, añade Iker Barrón, socio director de la EAF Portocolom.
“Creo que se va reducir drásticamente el ritmo de crecimiento, pero todo dependerá de la duración dela crisis, de la paralización de la economía”, explica la asesora financiera Araceli de Frutos. “Vendrá una recesión, pero la duración podrá ser más corta si las medidas que se tomen son contundentes, fuertes y bien dirigidas a empresas y a individuos”, añade Ana Fernández Sánchez de la Morena, fundadora de AFS Finance Advisors EAF.
Una fuerte volatilidad que brinda oportunidades
Ante este escenario, la volatilidad dominará los mercados: “Tras unos años de baja volatilidad, ha llegado para quedarse. Es una situación completamente nueva, y que tendrá consecuencias en la dinámica global tanto a medio como largo plazo. El papel de los bancos centrales, en el que tanto han confiado los inversores en los últimos años, en este escenario no es suficiente. Pensando en el largo plazo los momentos de pánico siempre generan oportunidades, tanto en los mercados de crédito como en los mercados de renta variable”, dice Barrón.
Pero Santos cree que la volatilidad acabará moderándose: “La elevadísima volatilidad vista durante estas semanas no va a mantenerse mucho tiempo más salvo que vayamos a un escenario de caos motivado por una expansión incontrolada y generalizada globalmente de la enfermedad, cosa que no esperamos vista la evolución de China y otros países asiáticos que ya la tienen casi bajo control”.
En su opinión las oportunidades de compra existen, para el inversor menos averso al riesgo, sobre todo en sectores especialmente castigados (bancario, turismo, energía) y en otros que van a tener mucho protagonismo debido al coronavirus como el de healthcare. “Por ello, para los casos de carteras con bajo peso de bolsa y que aceptan la volatilidad, recomendamos incrementar su peso muy progresivamente vía ETFs o fondos en función del sector y mercado para el que se busque exposición”, explica.
Para Alejandro Martínez, director de Inversiones de Efe y Ene, la bolsa se recuperará antes que la crisis sanitaria, y ésta antes que la económica. El experto, que cree que la volatilidad bajará de manera sostenida, vaticina que las primeras alzas serán fulgurantes, seguidas de enormes dientes de sierra. Eso sí, advierte de que “no todos los valores van a recuperarse, ni siquiera en una década”. “Los valores y sectores mejor posicionados antes serán los mejor posicionados después”, añade. “Creemos, al igual que en 2009, que ha de haber un catalizador para que la situación en los mercados cambie. En nuestra opinión es Italia, como foco europeo, y su cifra de nuevos contagios”, asegura. En su opinión, las oportunidades no necesariamente coinciden con los sectores más castigados, sino con los mejor preparados para salir adelante: “Los mejores sectores previrus lo son también ahora”.
“En los próximos meses veremos los mínimos de valoración de muchas empresas y la volatilidad se irá reduciendo en la medida que las noticias vayan siendo cada vez más positivas. En cuanto a las oportunidades, veo sectores y empresas que saldrán beneficiadas, como Microsoft, Nvidia, Paypal, Visa, o LVMH. Fundamentalmente, me estoy centrando en la búsqueda de oportunidades tanto en activos de renta fija como de renta variable de empresas de calidad y que confío en que crecerán sus ventas e ingresos futuros”, añaden en AFS.
“Estamos menos preocupados que en otras ocasiones, incluso estamos más activos en incrementar o tomar posiciones en aquellas ideas de inversión que ahora ofrecen un potencial elevado, es decir, que la rentabilidad/riesgo vuelve a ser razonable pese al posible impacto económico durante un tiempo del coronavirus”, explica Carlos Farrás Fernández, socio director y CIO de DPM Finanzas EAF. “Nuestra recomendación de incrementar riesgo se fundamenta en que pensamos que la pandemia será conyuntural y no estructural; sabemos que es posible su control en el corto plazo como han demostrado las medidas de China y Sur Corea; las medias preventivas adoptadas por los gobiernos y las empresas en el resto del mundo deberían ayudar a controlar su expansión; y en principio parece que el virus va a reducir su capacidad de propagación con el calor por lo que la llegada de las altas temperaturas del verano debería mitigar su efecto”. Además, explica Farrás, las medidas de los bancos centrales y las fiscales por parte de los gobiernos, y la necesidad de obtener rentabilidad, son factores positivos. Sin olvidar los precios: “Hay compañías y activos que están cotizando a niveles de la crisis financiera del 2008, descontando “ya” a estas valoraciones un entorno recesivo duradero parecido al ocurrido en aquellos años”.
Para el experto, el punto de inflexión será el momento en que tengamos un fármaco para su cura. “Vemos oportunidades de entrada en muchas compañías, pero nos estamos centrando en esta fase en aquellas empresas o sectores que volverán a la normalidad antes (por ejemplo las telecos cuyas valoraciones son atractivas y se han vuelto imprescindibles para el teletrabajo). Luego vendrá otra fase con medidas de estímulo fiscal en el que nos centraremos en sectores que se puedan beneficiar del aumento del gasto público”, dice.
En este contexto, el experto de Efe y Ene destaca una crisis de liquidez: “El sistema está mucho menos apalancado, los mecanismos que se crearon tras la crisis se están poniendo en marcha y los gobiernos están luchando por su supervivencia. No se trata de un sector aislado, sino del orden social y la supervivencia económica”. Y destaca el valor de la descorrelación como única protección contra lo inesperado y por naturaleza demoledor: “No se puede predecir el futuro, pero si algo aporta un asesor es la construcción de una cartera que cumpla los objetivos del cliente pese a este tipo de eventos, por difícil que parezca”, dice.
Difícil tomar decisiones
“Las bolsas obviamente van a seguir reflejando esta situación, y no hay certeza de que las medidas de política monetaria y fiscal de los Gobiernos vayan a poder contener este tsunami. No hay apenas activos refugio”, advierte Amorós Arbaiza, que cree que hay oportunidades pero dice que la incertidumbre es tan grande que es difícil tomar decisiones. “La volatilidad seguirá y ello dará oportunidades pero todo con mucha cautela y viéndolo día a día”, añade De Frutos.