Las empresas de asesoramiento financiero españolas están atravesando un contexto lleno de retos, marcado por las nuevas obligaciones que presenta la normativa MiFID II y la necesidad de hacer frente a los costes que impone la digitalización, lo que está llevando a muchas entidades a transformarse o a fusionarse para poder seguir adelante con el negocio. Como consecuencia, el número de entidades se reduce, en paralelo a su patrimonio asesorado, a sus ingresos y a su número de clientes.
En concreto, el año pasado, estas entidades sufrieron una ligera caída del 1% en el número de clientes asesorados, pasando de 6.524 registrados a finales de 2018 hasta los 6.458 de finales de 2019, según los últimos datos hechos públicos por la CNMV.
Con todo, las EAFs compensaron el bajón del 7,34% en clientes profesionales (que pasaron de 436 a 404) y del 68% en otros clientes (de 91 a 29, principalmente instituciones de inversión colectiva), con un modesto aumento del 0,5% en clientes minoristas, la mayoría de los mismos. Así, en 2019 éstos superaron la barrera de los 6.000 (ver cuadro).
La pérdida de clientes profesionales e IICs se explica también por la conversión de muchas entidades en gestoras o agencias de valores, para gestionar o asesorar con una nueva fórmula esos fondos o sicavs, explican los expertos, que, por lo tanto, dejan de ser sus clientes. «Los datos, objetivamente, no son malos y desde mi punto vista e implican que las EAFs crecen. No son comparables un ejercicio con el otro en cuanto a magnitudes. Lo que sí está claro es que el número de EAFs decrece de 158 a 140. Si tienes en cuenta que la pérdida de clientes profesionales e IICs se explica por la conversión de EAFs en gestoras o agencias de valores, para gestionar o asesorar con una nueva fórmula esos fondos o sicavs, y por lo tanto, dejan de ser clientes de las EAFs, las EAFs que quedan crecen”, explica Albert Ricart, asesor financiero de clientes en Norz Patrimonia.
Así las cosas, el año pasado el número de entidades se redujo en un 11,4%, pasando de 158 a finales de 2018 a las 140 que había registradas a finales de 2019, el número más bajo visto en los últimos años y que da fe de una tendencia descendente iniciada en 2018.
“Se está produciendo una lenta reorganización de las empresas que se hacen al asesoramiento, no solamente son EAFs, también hay agencias de valores y sociedades gestoras de IICs que hacen asesoramiento financiero. Por eso los datos de las EAFs son descendentes. Conforme van ganando tamaño, unas deciden pasar a ser agencias de valores y otras, gestoras, dependiendo del modelo de negocio que tengan. Si tienen vehículos de inversión para asesorar, suele pasa a ser gestoras”, corrobora Carlos García Ciriza, presidente de Aseafi.
La reducción del número de entidades también se explica por los últimos movimientos de fusiones en el sector: uno de los más recientes, el de GAR y SUMMA para dar forma a NORZ. “El sector está en plena reconversión. Las exigencias regulatorias hacen que muchas EAFs no sean viables funcionando por sí solas. De ahí el proceso de concentraciones que se está dando y, desde mi punto de vista, sólo acaba de comenzar”, añade Ricart desde dicha EAF.
“Se están produciendo integraciones entre EAFs, para ganar tamaño y poder hacer mejor su trabajo e integraciones en entidades más grandes, pero manteniendo el espíritu del asesoramiento financiero fuera de una entidad tradicional”, añade García Ciriza.
Todos estos números serían compatibles con una caída en los activos bajo asesoramiento de estas entidades, desde los 31.658,5 millones de finales de 2018; sin embargo, los datos de finales de 2019 no están disponibles debido a la modificación de la Circular 1/2010 de 28 de julio, de la CNMV, de información reservada de las entidades que prestan servicios de inversión, según explica la autoridad supervisora.
Menos ingresos
Las EAFs también afrontaron una caída del 9,79% en los ingresos por comisiones, pasando de 62 a 56 millones de euros, al caer un 9,6% las comisiones percibidas, tanto de clientes como de otras entidades. Entre los clientes, los ingresos por asesoramiento financiero cayeron un 8,26%, hasta 41,8 millones de euros, mientras el asesoramiento a empresas sobre la estructura de capital, fusiones y adquisiciones bajó casi un 18%, y los ingresos por elaboración de informes de inversión y análisis financiero se redujo en un 42%.
En el apartado de ingresos percibidos por otras entidades, los ingresos por retrocesiones bajaron un 13,44%, hasta 8,5 millones de euros, desde los casi 10 millones recibidos en 2018, de forma que éstas suponen un 15% sobre los ingresos totales (56 millones de euros) de las EAFs, un porcentaje solo algo menor al de 2018, a pesar de la plena implantación de MiFID II.
Con todo, hay que poner en contexto las caídas en todos los frentes, que se explican por una reducción del número de entidades. Para el presidente de Aseafi, “lo importante es que el sector está fuerte y va a seguir desarrollándose. Me estoy refiriendo al sector independiente, el que no pertenece a grupos bancarios”, matiza.