La creciente demanda de inversiones sostenibles, impulsada por los clientes pero también por las exigencias normativas, ha intensificado los desafíos a los que se enfrentan las gestoras en el Reino Unido a la hora de ofrecerles rendimientos atractivos. Según el último informe de Cerulli Associates, las gestoras británicas deberán prepararse para un aumento del escrutinio en sus prácticas medioambientales, sociales y de buena gobernanza (ESG).
En este sentido, las firmas deberán responder a la actualización del Código de Administración del país por parte del Consejo de Información Financiera, a la introducción de políticas adicionales referentes a los Planes de Inversión Sistemáticos (SIPs) de los fondos de pensiones y al lanzamiento de un nuevo mandato de supervisión que afectará a las aseguradoras a través de la Autoridad de Regulación Prudencial.
“Esto significa más trabajo para los gestores, pero, al mismo tiempo, la regulación deberían ayudar a los gestores a identificar en qué ámbitos pueden mejorar sus prácticas ESG en la inversión y a establecer una estrategia progresiva de inversión responsable”, asegura Connor Bigland, analista e investigador institucional europeo en Cerulli Associates.
Según el informe de Cerulli, los fondos de pensiones deberían haber actualizado sus políticas a los SIPs para incluir políticas de compromiso para octubre del año pasado. Sin embargo, está inclusión ha tenido, hasta ahora, muy poco impacto en las relaciones de las pensiones con el gestor. No obstante, Cerulli espera que en la industria inglesa haya una clara tendencia a favor de la ESG que siga impulsando su expansión.
Además, la firma de consultoria sostiene que «las iniciativas como el Red Line Voting (enfoque desarrollado por la Asociación de Fideicomisarios Nominados por Miembros que establece las expectativas mínimas que los planes de pensiones pueden aplicar a las empresas participadas) puede terminar siendo una solución a este dilema”, asegura Bigland. Asimismo, aconseja a los gestores empezar a desarrollar y divulgar las pautas a seguir para nuevas áreas y clases de activos específicos para que estén en línea con los criterios ESG.