Tras meses de titulares abordando las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el viernes los mercados se encontraron con una buena noticia casi de la noche a la mañana: los sólidos avances en las negociaciones y relaciones comerciales entre ambos países.
Lo que por ahora se conoce es que Donald Trump ha firmado el acuerdo comercial de la fase uno. Esto ha evitado que los aranceles que entraban el pasado domingo entrasen en vigor, es decir el 15% sobre 160.000 millones de dólares de productos chinos y una reducción del 50% del resto de impuestos que ya se están aplicando sobre 360.000 millones de dólares a importaciones chinas. “A cambio, China se comprometería a comprar más productos agrícolas americanos, a mejorar en temas de protección a la propiedad intelectual y a abrir el sector financiero chino a los bancos extranjeros”, recuerdan desde Renta 4 Banco.
Según explica Ignacio Dolz de Espejo, director de soluciones de inversión de Mutuactivos, Estados Unidos y China estarían a punto de firmar un acuerdo comercial. “En este, Estados Unidos reduciría los aranceles ya vigentes un 50% y no pondría en marcha las tarifas que deberían empezar a funcionar este domingo. China se habría comprometido a incrementar las importaciones de productos agrícolas norteamericanos y a ciertos compromisos con su moneda y el respeto a la propiedad intelectual”, apunta.
Si finalmente se llega a un acuerdo, 2020 comenzaría con otro ánimo. “Este resultado tendría un impacto positivo para el mercado y el sentimiento de los inversores, ya que éstos lo verían como una señal positiva de que los responsables de la toma de decisiones son capaces de diferenciar entre la economía y la política. Queda por ver qué ocurrirá con los derechos de aduana ya existentes”, señala Xiadong Bao, gestor del equipo de renta variable global en Edmond de Rothschild Asset Management.
Pese al optimismo de esta noticia, Bao advierte que el enfrentamiento persiste en algunos campos como el tecnológico. “La confrontación entre las dos grandes potencias no debe entenderse geopolítica e ideológicamente, es decir como apoyo estadounidense a los manifestantes de Hong Kong, elecciones presidenciales en Taiwán, valioso aliado de Washington, críticas estadounidenses a los derechos humanos en la región autónoma de los uigures de Xinjiang”, añade Bao.
Tras lo titulares del pasado jueves por la noche, el dólar se suavizó. Según el análisis que hacen desde Monex Europe, el aplazamiento de los aranceles programados para el domingo y reduciendo el riesgo en los mercados globales. “Los mercados bursátiles a nivel global han experimentado un repunte favorable, resultante del renovado optimismo. Sin embargo, los inversores aún se mantienen de algún modo escépticos, en tanto la firma oficial del acuerdo no sea anunciada. Existen altas expectativas de que el comunicado pueda producirse en los próximos días, ocasionando un movimiento drástico en los mercados. Si bien el alivio de las tensiones comerciales entre los EE.UU. y China es beneficioso para la economía norteamericana”, reconoce en su último análisis.
Para los expertos de WisdomTree, las perspectivas económicas del próximo año estarán muy influenciadas por los pasos que vayan dando ambos países. “Si no logran llegar a un acuerdo, es probable que la economía mundial caiga en una recesión. Sin embargo, reconocemos que este es un año de elecciones presidenciales en los EE.UU., y aunque el presidente Trump está tratando de cumplir sus promesas electorales anteriores, incluido el endurecimiento del comercio, será reacio a inclinar la economía hacia una recesión en este punto crucial”, explican desde la firma.
Por eso, según su valoración, lo más probable es que se busque llegar a un acuerdo aunque no sea de forma rápida. “Más cerca de las elecciones, los votantes lo recordarán como el hombre que salvó a la economía estadounidense del borde. Sin embargo, este es un juego de alto riesgo. China está perdiendo la paciencia. El país asiático ya se ha negado a reconocer que han alcanzado lo que Trump declara es una fase uno de un acuerdo comercial. Las consecuencias de este juego podrían ser catastróficas para la economía global”, advierten.