El nuevo año se acerca y las casas de inversión analizan, en sus perspectivas, quiénes serán los protagonistas. En opinión de Neuberger Berman, el riesgo político seguirá teniendo un papel importante los próximos doce meses tanto o más que la política monetaria de los bancos centrales, que veremos cómo alcanza sus límites.
Según la previsión de esta firma, los riesgos aumentarán, pero no habrá recesión. Desde Neuberger Berman apuntan diez reflexiones clave para tener presentes en 2020:
- El riesgo político acapara el protagonismo. Según Neuberger Berman, el riesgo político y la “disfunción fiscal”, es decir, la falta de una política fiscal que se ajuste al entorno económico, no serán una novedad para 2020. Sin embargo, cuando se añade a la combinación las elecciones que se celebran en Estados Unidos y unos bancos centrales capaces de enmascarar esta disfunción, estos riesgos podrían surgir como los principales impulsores de la volatilidad del mercado y la oportunidad de valor.
- La política monetaria alcanza sus límites. Las políticas de los bancos centrales se enfrentan a un escepticismo creciente y, según la gestora, es poco lo que pueden hacer para intervenir y abordar las preocupaciones políticas que probablemente impulsen los mercados en 2020. Asimismo, es probable que los episodios de volatilidad continúen y pueden llegar a ser más prolongados de lo que han sido en los últimos años.
- Otro año sin recesión, pero con riesgos en aumento. Desde Neuberger Berman creen que el riesgo de que se produzca una recesión en todo el mundo o en Estados Unidos en 2020 sigue siendo de bajo a moderado, pero la probabilidad de recesión en 2021 está aumentando y, dejando Estados Unidos de lado, existe una mayor fragilidad a escala global. Los mercados a menudo descuentan una recesión con una anticipación de seis a nueve meses, por lo que la distribución de probabilidades de las rentabilidades anuales para 2020 se está ampliando.
- Búsqueda de la recuperación de la confianza empresarial. Los datos subjetivos, como los índices de directores de compras, han demostrado que la confianza empresarial se está deteriorando desproporcionadamente frente a los datos más objetivos. Sin embargo, en algún momento, el bajo desempleo, el resiliente gasto de los consumidores y los avances en el conflicto comercial podrían superar la incertidumbre política, darle un giro a la confianza empresarial y liberar la inversión contenida, aseguran desde la gestora.
- La convergencia de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo (BCE) en materia de tipos de interés confieren mayor atractivo a los bonos estadounidenses. Dado que es poco probable que el BCE siga bajando los tipos de interés hasta adentrarlos en terreno negativo y la mayor probabilidad de que la Reserva Federal baje los tipos más que subirlos, la cobertura del riesgo en dólares será menos costosa. Según Neuberger Berman, la capacidad de cubrirse de manera más rentable podría hacer que los flujos salgan del mercado de bonos en euros y se dirijan al mercado de bonos en dólares.
- La bifurcación continúa en deuda corporativa. Los inversores todavía buscan rentabilidad, pero cada vez más intentan hacerlo con una medida de seguridad. En alta rentabilidad, los valores con una calificación CCC han registrado un rendimiento relativo negativo frente a los valores con una calificación BB y es probable, subrayan, que esto continúe en 2020.
- Los episodios más largos de volatilidad crearán valor. En 2019, la volatilidad fue causada por la inquietud en torno al crecimiento y los bancos centrales se encargaron de calmarla rápidamente. Las incertidumbres políticas de 2020 tardarán más en resolverse y podrían desencadenar ventas similares en magnitud a las del cuarto trimestre de 2018. En un contexto de datos económicos estables, la gestora apunta a que estos podrían presentar oportunidades de valor prolongadas a escala de índice de mercado.
- Oportunidades activas fluyen debajo de la superficie. Independientemente de las oportunidades de valor a escala de índice de mercado, el nivel moderado de amplio crecimiento económico alentará a los inversores a centrarse más en los fundamentales corporativos. También es posible, subraya el equipo de Neuberger Berman, una reversión en las tendencias de larga duración que subyacen al índice –de empresas más grandes a más pequeñas, de crecimiento a valor y de valores defensivos a cíclicos– a escala de acciones, sectores y regiones.
- La inversión en mercados no cotizados entra en juego. Cuando las valoraciones están en niveles elevados, la inversión en mercados no cotizados ofrece más oportunidades para mejorar las ganancias de una empresa y mitigar el riesgo de valoración, fomenta una visión a largo plazo que trasciende el ciclo y su período de inversión de varios años hace que el capital se despliegue considerando una posible ralentización futura, seleccionado potencialmente activos con una valoración atractiva.
- La volatilidad significa una gran oportunidad para las inversiones alternativas líquidas. Un conjunto bien diversificado de estrategias de inversiones alternativas líquidas podría ayudar a suavizar un viaje lleno de baches en 2020. La volatilidad podría contagiarse a rentabilidades no correlacionadas de nichos alejados de los mercados tradicionales, la negociación a corto plazo y las oportunidades de valor relativo entre clases de activos o en el seno de estructuras de capital, según Neuberger Berman.