Las aseguradoras siguen mostrándose optimistas sobre las perspectivas de inversión a corto plazo y no creen que se vaya a producir una recesión a escala mundial antes de 2022. Esta es una de las principales conclusiones del nuevo estudio de BlackRock sobre las carteras de inversión de las aseguradoras.
A pesar de las halagüeñas perspectivas económicas, las aseguradoras están diversificando su combinación de activos para aumentar la resiliencia de sus carteras. Para ello, la búsqueda de inversiones no correlacionadas en los mercados no cotizados y en las carteras de renta fija parecen ser las dos estrategias más populares.
La octava encuesta anual de BlackRock, titulada Re-engineering for resilience (Reajuste por la resiliencia), recoge las opiniones de 360 altos directivos de aseguradoras que representan activos por valor de 16 billones de dólares. El estudio concluye que el 78% de las aseguradoras encuestadas presentan actualmente perspectivas de inversión positivas y más de la mitad, un 56% no esperan que se produzca una recesión antes de 2022.
Sin embargo, la encuesta pone de manifiesto cierta prudencia y el deseo de aumentar la resiliencia de la cartera a través de una mayor diversificación. Como consecuencia, se ha generado un interés continuado por las oportunidades en los mercados no cotizados menos correlacionados: el 60% de los encuestados tiene previsto aumentar la asignación a esta clase de activos en los próximos tres años según BlackRock.
La necesidad de encontrar un punto de equilibrio entre resiliencia y rentabilidad también apunta a la adopción de un enfoque más integral a la asignación de activos y la construcción de carteras. Un 83% de las aseguradoras está de acuerdo en que sigue siendo posible generar alfa en renta fija, principalmente a través de exposiciones a los tipos de interés, la deuda corporativa y el riesgo de liquidez, pero hacen un mayor hincapié en la resiliencia, señala el estudio.
Por otro lado, un 67 % de las aseguradoras a escala mundial también afirma estar intentando integrar criterios de sostenibilidad en sus procesos de inversión, en comparación con el año pasado y son las aseguradoras estadounidenses las que registran el mayor avance en este sentido. No obstante, más de tres cuartas partes de las entidades encuestadas siguen creyendo que la integración de criterios ESG conlleva poner en riesgo otros objetivos de inversión. Si bien este dato apunta a un énfasis continuado en estrategias centradas en “evitar” más que en “realizar progresos”, las entrevistas mantenidas en el marco del estudio indican que las aseguradoras están avanzando tanto en términos de riesgo ESG como de oportunidades en todo el proceso de inversión.
Patrick Liedtke, responsable del grupo de Instituciones Financieras de BlackRock, comenta: “Si bien las aseguradoras mantienen unas perspectivas de mercado positivas en líneas generales, aumentar la resiliencia en las carteras de inversión constituye una de las principales prioridades para el sector”.
La demanda continuada de oportunidades de inversión sostenibles apunta a una tendencia en la industria de mayor envergadura, pero las aseguradoras siguen mostrando cierta preocupación sobre el perfil de rentabilidad de este tipo de inversión y sobre el mejor modo de integrar los criterios ESG en una cartera, refleja el estudio. En muchos aspectos, esto resulta previsible a la hora de abordar un segmento relativamente nuevo en el sector. En términos generales, añaden desde BlackRock, resulta alentador ver indicios de progreso en un ámbito que consideran crítico de cara a los próximos años.
Junto con una mentalidad de “cartera integral” y el uso de la totalidad de las herramientas de inversión, las aseguradoras pueden construir carteras que ejerzan un efecto positivo en la sociedad y, al mismo tiempo, tolerar lo que probablemente será un periodo prolongado de rendimientos reducidos o incluso negativos con posibles repuntes de la incertidumbre en los planos político y económico, asegura BlackRock.