Los mercados lo esperan y por tanto es improbable que la Fed decepcione: todo apunta a que hoy la Reserva Federal estadounidense acometerá un nuevo recorte de tipos de 25 puntos básicos, el tercero desde julio.
Aunque no hay consenso entre todos los gobernadores en torno a la medida, que dejaría los tipos en un rango del 1,50% al 1,75%, la incertidumbre generada por la guerra comercial con China, por el Brexit, por una economía en desaceleración y sobre todo por la publicación de un índice de confianza empresarial del sector manufacturero más débil de lo que los analistas esperaban, hará que el Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC) se decante por la bajada, según los expertos de las gestoras y otras entidades financieras.
De hecho, en opinión de Juan Ramón Casanovas, director de Gestión de Cartera Privada del Bank Degroof Petercam Spain, «esta reunión de la Fed estará más marcada por el discurso sobre el estado de la economía que por el descontado recorte de tipos”. Y en ese sentido serán claves las palabras que pronuncie Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal.
“Los futuros indican una probabilidad del 90% de que la Fed recorte tipos”, si bien hay más debate interno del que el mercado da por hecho, opina David F. Lafferty, estratega jefe de Mercados de Natixis IM. “Con el desempleo en mínimos de 50 años y pocas grietas en el componente de consumo del PIB”, es comprensible la oposición de ciertos gobernadores, “pero la reacción de sorpresa del mercado sería demasiado dolorosa para la Fed”, sentencia.
“El asunto crítico es si la Fed mantiene abiertas las opciones para recortes adicionales de tipos”, subrayan por su parte desde Bank of America Merrill Lynch. Aunque muchos analistas creen que ya no habrá más cambios este año, los expertos de la entidad consideran que la clave estará en “el lenguaje usado en el comunicado y en el tono de la rueda de prensa” posterior. Lo fundamental será fijarse en si la Reserva “suaviza su lenguaje a la hora de describir el gasto de los hogares, dada la debilidad del último informe sobre ventas minoristas”. Deutsche Bank, por su parte, apunta que «aunque la Reserva Federal ya ha reducido las tasas 50 puntos básicos desde julio, todavía prevemos 75 puntos básicos de recortes adicionales. Aproximadamente la mitad de los 50 puntos básicos de recortes hasta ahora simplemente han compensado la disminución en las estimaciones del tipo de interés neutral. Y para impulsar el crecimiento y la inflación, la Fed necesita reducir el tipo de interés de los fondos federales por debajo del tipo neutral.»
Otro dato importante es que se augura una caída en las cifras de crecimiento del PIB de EE.UU. -que se conocerán también hoy-, que los analistas cifran en un 1,6%, significativamente más bajo que los trimestres anteriores. Pese a ello, Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM, gestora afiliada de Natixis IM, destaca que los índices clave apuntan a que “la decisión de la Fed de rebajar tipos en este encuentro no está ligada a un riesgo de recesión”.
Tanto en julio como en septiembre de este año, la Fed decidió recortar el tipo de interés en 25 puntos básicos para mitigar las posibles consecuencias negativas para la economía, en particular de la guerra comercial, señala por su parte Frank Borchers, gestor senior de Ethenea. “Actualmente se enfrenta a una desaceleración del empleo en el sector no agrícola y a una disminución de las ventas al por menor. Los factores de riesgo externos, como el Brexit y la guerra comercial entre EE.UU. y China, parecen estar al borde de una solución, aunque no inmediatamente”, subraya.
De la misma opinión es Vincent Reinhart, economista jefe de Mellon, parte de BNY Mellon Investment Management: «Hay indicios de que el gobierno chino y el estadounidense podrían alcanzar un acuerdo comercial parcial. Esto contribuiría a calmar los ánimos en el seno de la Fed, que en sus dos últimas declaraciones de política monetaria justificó las bajadas de tipos, en parte, por las «implicaciones de los acontecimientos mundiales en las perspectivas económicas». No obstante, el acuerdo aún no se ha firmado y los responsables de la política monetaria estadounidense no pueden dar por hecho que se firmará. La lógica de contratar un seguro por si la casa del comercio mundial acaba ardiendo sigue siendo válida en esta reunión.»
Ebury, institución financiera especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, opina en su análisis semanal que las comunicaciones deben estar en el lado “hawkish”, apuntando hacia unas medidas más restrictivas, “ya que las perspectivas económicas parecen haber disminuido desde la última reunión”. “Esto podría abrir el camino para un repunte del dólar a corto plazo”, añade.
“En definitiva, la Fed permanece en una situación prácticamente imposible”, indica Lafferty no puede no hacer nada pero tampoco recortar agresivamente, ni demasiado poco: “Serán criticados hagan lo que hagan”.