El Senado brasileño dio un paso más en la aprobación de la esperada reforma de pensiones del pasado 22 de octubre, con la aprobación en segunda votación del texto por 60 votos a favor y 19 en contra.
Aún quedan cuatro aspectos que se debatirán este miércoles, pero la mayoría de los analistas esperan que se apruebe como está actualmente. El mercado ha reaccionado ante esta noticia de forma positiva, registrando el índice Bovespa subidas del 1,5% desde el pasado día 21 de octubre.
El actual texto supondrá un ahorro en diez años de 800 billones de reales para el gobierno brasileño (196.000 millones de dólares) un gran logro para el gobierno de Jair Bolsonaro y su equipo económico liderado por Pablo Guedes. Los cambios principales afectan al aumento en la edad de jubilación y el aumento de las contribuciones de los trabajadores.
El coste de las pensiones supone para el fisco brasileño el 44% de su déficit y el 8% de su PIB y por tanto era el primer asunto a tratar en su agenda económica. Aunque había aspectos controvertidos, una mayor consciencia social ha logrado que la reforma de la seguridad brasileña esta cada día más cerca de ver la luz. Varios gobiernos llevan intentando aprobar la reforma desde hace más de dos décadas, como el de Cardoso y Temer, pero ninguno había llegado tan lejos.
Una vez la reforma de la seguridad social se apruebe, el gobierno continuará con los planes en la agenda de Jair Bolsonaro. La reforma tributaria que busca simplificar el proceso y aumentar la recaudación es el siguiente a abordar.