Para el equipo de ODDO BHF AM estamos ante un tiempo de cambio. Consideran que este nuevo horizonte obliga a reinventar el negocio de gestión de activos, pero también el modo en que se valoran e interpretan los eventos políticos, la aproximación a los activos y la forma en que se descifran las valoraciones respecto al riesgo, incluso cómo la tecnología marcará una nueva forma de invertir.
En opinión de Laurent Denize, jefe de inversiones global de ODDO BHF AM, estamos en un momento de disrupción en todos los sentidos y el reto de los gestores es buscar valor. “Primero tenemos que entender que estamos en un entorno que jamás habíamos visto antes, comenzando por el propio paradigma del comercio mundial, donde ha pasado de primar la globalización al proteccionismo. Otro ejemplo clave es el uso de la política monetaria que están haciendo los bancos centrales y el horizonte de bajos tipos de interés que se nos presenta, mientras la inflación siga siendo baja”, explica.
En su opinión las guerras comerciales y el cambio de este paradigma es el principal riesgo que puede llevar a la economía global a una recesión. “No nos llevemos a engaño, la guerra comercial entre China y Estados Unidos no ha terminado, básicamente porque es una guerra de divisas y de demostrar qué país es más poderoso. No viviremos más en un mundo manufacturero, sino en un mundo de consumo de servicios, y esto es algo que China también quiere para sí”, apunta Denize.
Según el responsable de inversión de ODDO BHF AM, ante la incertidumbre que generan estas tensiones geopolíticas, las políticas monetarias se han relajado o se van a relajar más. De hecho, coincide en destacar que los mercados esperan mucha más laxitud por parte de los bancos, lo que lastra los tipos a largo plazo. En su opinión, los bancos centrales “han salido al rescate”.
“Estas instituciones monetarias están siendo proactivas ante lo que pueda ocurrir frente a unos gobiernos que no están haciendo nada, no están tomando realmente medidas para incentivar la economía. Los tipos de interés van a estar bajos por un largo periodo de tiempo, no por siempre. Creo que los tipos están protegiendo las valoraciones y que si se rompe esta dinámica podría perjudicar seriamente a la economía global”, añade.
Lejos de una recesión
Aunque suene un poco alarmista o incluso pesimista, Denize aclara que no considera que no habrá una recesión a corto o medio plazo, sino que simplemente estamos ante una nueva realidad. “Venimos de un punto en el que hemos tenido un alto nivel de crecimiento y ahora vamos a ver cómo se va a ir estabilizando, con ciertos riesgos a la baja. Pero no considero que haya un riesgo claro de recesión. Aún así, debemos ser más optimistas”, comenta.
Su afirmación acerca de que una recesión no es un escenario inminente se argumenta en que sigue habiendo unas cifras de empleo sanas y porque el consumo continúa en una senda positiva.
Además, apunta que para que se desencadene una recesión debería ocurrir alguna de estas tres cosas: “Un fuerte shock, por ejemplo un empuje de los precios del petróleo a la baja; una burbuja de crédito, que ahora mismo no se está dando ya que las condiciones financieras son buenas. O, por último, un contagio entre países, y ahora mismo no creemos que Alemania tenga tanta debilidad como para convertirse en el catalizador de una recesión”.
Oportunidades de inversión
En este contexto, y desde principio de año, los inversores se han centrado en buscar valor en los activos de riesgo, tendiendo a tomar más posiciones en renta variable para lograr rendimientos atractivos en los momentos en que la renta fija no era nada atractiva. Aunque el año cambió de signo y favoreció un rally en la renta fija, en parte porque la búsqueda de rendimientos a cualquier precio ha impulsado la rentabilidad de los bonos a los máximos de 2014.
“Lo que hemos detectado es que en renta fija no hay realmente valor si no acudes al high yield. Considero que este contexto no ha dejado más alternativa que invertir en crédito para encontrar rendimientos atractivos, como por ejemplo en el europeo, donde los fundamentales son bastante sólidos. Ahora bien, hay que ser muy selectivo a la hora de elegir en el sector”, explica Denize sobre la renta fija.
A la hora de abordar la renta variable, donde la firma permanece neutral, destaca que el mercado ha tenido un buen comportamiento, pero es necesario hacer una pequeña reflexión sobre quién está comprando. “Hay que discernir si se está produciendo una subida en los mercados sin que haya compradores naturales. Por un lado, vemos que son las propias empresas las que están comprando y por otro detectamos que cada vez hay menos emisores, hay menos empresas cotizadas. Y por último, se ha producido una rotación debido al criterio de diversificación que tienen los fondos de acciones”.
Finalmente, Denize defiende que las empresas ganadoras del futuro ya no se pueden identificar por su nivel de capitalización, sino que hay que buscarlas en tendencias de futuro como el cambio climático, las nuevas generaciones de consumidores y en el desarrollo de la inteligencia artificial.