Los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) son parámetros no tradicionales que pueden afectar al rendimiento de una empresa. Pero, ¿por qué los inversores les prestan cada vez más atención?, se pregunta JP Morgan AM en un informe.
Gobiernos de todo el mundo se han comprometido a cumplir una serie de objetivos de emisión de dióxido de carbono. En 2016, 196 estados firmaron el Tratado de París con el fin de combatir el cambio climático y evitar que las temperaturas mundiales aumenten en más de 1,5°C de aquí a 2030.
El gráfico muestra que muchos gobiernos se encuentran muy lejos de alcanzar este objetivo, aunque algunos están tratando de revertir sus políticas rápidamente para volver a encarrilarse hacia la consecución del objetivo. Entre sus iniciativas, se incluyen inversiones en proyectos respetuosos con el clima que influyen sobre el comportamiento mediante la imposición de impuestos y reglamentos.
Muchas de las nuevas normativas se centran específicamente en el papel que los mercados de capitales deberían jugar en la aportación de soluciones. La gestora recuerda que, en marzo de 2019, el Parlamento y el Consejo de la UE introdujeron un nuevo reglamento para garantizar la transparencia de los participantes de los mercados financieros en los estados miembros, que establece la forma en que los riesgos y oportunidades de ASG deben integrarse en sus procesos.
En junio pasado, el Grupo de Expertos Técnicos de la Comisión publicó sus recomendaciones finales para la elaboración de una “taxonomía” de actividades medioambientalmente sostenibles. De acuerdo con esta normativa, los gestores que comercialicen productos calificados como “medioambientalmente sostenibles” deberán divulgar información sobre la relación que guardan con 67 actividades económicas que pueden realizar una importante contribución a la mitigación del cambio climático.
Más allá del cambio climático, las cuestiones sociales son otro factor que influye sobre las políticas de los gobiernos. “Uno de los corolarios de la lentitud del crecimiento durante esta etapa de expansión ha sido la mediocre ampliación de los salarios reales”, por lo que, “las políticas sociales serán un componente cada vez más relevante de la política gubernamental en un gran número de países desarrollados”, señala JP Morgan AM. En consecuencia, entender cómo las políticas relacionadas con criterios ASG afectarán a las ganancias corporativas “tiene una importancia creciente” a la hora de valorar las acciones de una determinada empresa.
Actitudes sociales
Los criterios ASG están influyendo sobre el comportamiento de los consumidores y los inversores, un ejemplo es la reciente aversión a los plásticos de un solo uso. Además, los ahorradores prefieren poner sus ahorros a producir de formas que se ajusten a sus valores sociales. Pero, ¿de qué forma pueden incorporarse los criterios ASG al proceso de toma de decisiones de inversión?
Las clasificaciones de JP Morgan AM buscan ajustarse a los estándares globales del sector y converger en la mayor medida posible con posibles reglamentos futuros. La integración de criterios ASG representa la categoría más amplia y se define como la “consideración explícita y sistemática” de esas cuestiones en el análisis y la toma de decisiones de inversión. Los inversores valoran los criterios ASG del mismo modo que considerarían otras variables tradicionales que podrían afectar a las previsiones de una determinada empresa.
Las estrategias ASG específicas son procesos de inversión más fundamentados en reglas y que pueden invertir en temas relacionados específicamente con la sostenibilidad. Entre ellas se encuentran las estrategias de exclusión, las de inclinación positiva (o positive tilt), las best-in-class, las temáticas y las de impacto.
¿Cuál es el proceso para calificar un activo?
“Puesto que cada vez más los inversores evalúan a las empresas sobre la base de criterios ASG, las directivas están mejorando sus capacidades en lo que respecta a la provisión de datos sobre el desempeño de sus negocios”, afirma JP Morgan AM. De hecho, el 85% de las empresas del S&P 500 informa actualmente sobre cuestiones ASG, frente al 20% que lo hacía en 2011. Paralelamente, la importancia de las agencias de calificación ASG también ha aumentado, entre las que destacan MSCI y Sustainalytics.
“Es preciso señalar que las calificaciones ASG de las agencias pueden variar notablemente de unos casos a otros. Estas diferencias se deben a una combinación de factores como la metodología, la cantidad y calidad de los datos, la interpretación subjetiva de los informes ASG de una empresa, y la falta de normalización”, señala el informe. Por ello, algunas gestoras desarrollan sus propias herramientas para generar sistemas de puntuación internos.