En opinión de Robert S. Kapito, presidente de BlackRock, los ETFs de bonos están transformando cómo los inversores, tanto individuales como institucionales, acceden a la renta fija. “Veo en los ETFs de bonos un cambio constante gracias a la tecnología y cómo estos productos ofrecen conveniencia y transparencia a la hora de acceder a un tipo de activo que tradicionalmente ha sido complicado”, sostiene Kapito avalado por sus más de 35 años de experiencia en esta clase de activos.
Según estima BlackRock, los ETFs de renta fija alcanzarán los dos billones de dólares en 2024. Una meta no muy lejana, según Kapito, si se consideran las cifras actuales: los activos globales en ETFs de bonos alcanzaron un billón de dólares en junio de 2019, “demostrando el potencial de crecimiento que puede alcanzar y que ha alcanzado en estos primeros 17 años”.
Desde la gestora apuntan que a nivel global los ETFs de bonos están creciendo a un ritmo anual del 22%, lo que supone tres veces la tasa de crecimiento de los fondos de bonos tradicionales. Este porcentaje deja una gran senda de crecimiento por delante ya que actualmente ese billón de dólares en activos que hay en ETFs de bonos representa tan solo el 1% del mercado global de renta fija, que actualmente asciende a 105 billones de dólares. “Los principales tenedores de estos bonos individuales son entidades financieras, bancos centrales y corporaciones, es decir, un tipo de inversor que está comenzando a introducirse en el universo ETF”, añade la gestora.
Según su experiencia, tradicionalmente los inversores han encontrado seis usos clave a los ETFs de bonos: para hacer asignaciones estratégicas de activos a un menor coste, para hacer asignaciones tácticas, para gestionar el cash, para gestionar la liquidez, para tener posiciones transitorias en la cartera y como instrumento para hacer coberturas.
En opinión de Kapito, “la próxima etapa de crecimiento será impulsada por los inversores que encuentren nuevos usos para estas herramientas versátiles. Los ahorradores individuales utilizarán cada vez más ETFs de bonos para ayudar a generar ingresos y los gestores de activos, incluido BlackRock, los agregarán a las estrategias que diseñan para superar sus puntos de referencia. Además, los propietarios de activos, como los fondos de pensiones, seguirán dependiendo de la mayor liquidez y los menores costos para ejecutar estrategias de cartera complejas”.
Para BlackRock nos enfrentamos a un futuro donde los inversores verán más allá de los bonos individuales, y más gestores seguirán estrategias activas de renta fija con ETFs de seguimiento de índices como componentes básicos. “Para todos los inversores, los ETFs de bonos ofrecerán formas transparentes, simples y efectivas de crear carteras de bonos diversificadas”, argumenta.