Durante la semana, la atención estuvo puesta en las declaraciones del presidente de la FED, Jerome Powell, en el simposio anual de banqueros en Jackson Hole, en Wyoming. Sin embargo, los titulares fueron captados por la situación con China y es que la guerra comercial ya se relaciona con la desaceleración global, y el fortalecimiento del dólar ha multiplicado el impacto vs la imposición de aranceles. Según Alfonso Esparza, de OANDA, la reunión «fue apocada por el anuncio de nuevos aranceles por parte de China. Los bancos centrales seguirán buscando estimular sus respectivas economías vía bajas a sus tasas de interés».
De acuerdo con la mesa de análisis de Citibanamex, parece que al interior del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) las discrepancias entre los miembros para mantener o seguir bajando tasas será más cerrado de lo esperado. Ellos opinan que «habrá menos discrepancias entre ellos a la hora de tomar la decisión sobre si continuar o no con el recorte en réditos hacia delante. Y es que, tres presidentes regionales de la FED mostraron resistencia a la idea de continuar con un ciclo expansivo». A esto, se suman las declaraciones de Esther George (Kansas) «en el sentido de que el banco central no requiere por ahora proveer mayores estímulos en tanto no se vislumbren riesgos que puedan generar desequilibrios en los mercados financieros» Desde Citibanamex, consideran que las probabilidades implícitas de un recorte de tasas para la siguiente reunión de septiembre tienen una probabilidad de 97% para un recorte de 25 puntos base.
Por su parte, Chris Wallis, director general de Vaughan Nelson, filial de Natixis IM en EE.UU., comenta que «el ciclo de alza de tasas de la Fed ha sufrido una desaceleración al pie de la letra… la inversión de la curva de rendimiento y tasas negativas indican una mayor debilidad del crecimiento /presión de una inflación a la baja a escala global y restricciones de liquidez en los mercados de financiamiento». En su opinión, la Fed, «sabe muy bien que la política monetaria funciona con un cierto desfase y que el crecimiento global se desacelera, lo cual nos hace preguntarnos porque se ha tardado en reaccionar». El directivo presenta tres escenarios:
- ¿Es que ignoran completamente la crisis de financiamiento en los mercados y el impacto del aumento en los déficits de EEUU? En caso afirmativo, es preocupante.
- ¿Están tratando de eliminar los excesos de los mercados de activos de riesgo? El exceso en este ciclo fue en liquidez y no en crecimiento económico. Reducir la liquidez significa que los múltiplos de precio y valoración bajan (ej. caída de los precios de bienes raíces de lujo a nivel global, 12 meses de mercados de renta variable a la baja a escala global, reducción de financiamiento bancario a la sombra)
- ¿Desean una economía más lenta o un dólar más fuerte por razones políticas? No elevaron las tasas mientras que la economía crecia 2% y la curva de rendimiento era más inclinada. ¿Ahora necesitan esperar a ver más datos cuando Alemania, Italia, Japón y buena parte de Asia está ya o se acerca a una recesión y las curvas de rendimiento global están en negativo/invertidas?
- ¿Va la amenaza de dejar de promover la liquidez a operar en contra de Trump?
- ¿Desean un dólar fuerte para presionar a China y apoyar los esfuerzos de una reforma?
Mientras tanto, el oro y la plata son favorecidos frente a la volatilidad generada por eventos geopolíticos y el resto de los metales presentan una perspectiva de debilidad