La política monetaria de los bancos centrales y la evolución de la economía global son el foco de atención de la reunión que se está celebrando en Jackson Hole (estado de Wyoming, Estados Unidos), y que congrega a los responsables de las principales instituciones financieras, ministros de economía, economista y directivos de algunas compañías privadas.
Esta cita anual, que dio su pistoletazo de salida ayer, tiene como tendrá como tema principal los retos para la política monetaria. Según explica Christian Gattiker, responsable de análisis de Julius Baer, uno de los puntos claves será escuchar a los bancos centrales y cómo piensan estos abordar la desaceleración del crecimiento global.
“Durante las últimas semanas, los mercados financieros han entrado en pánico con la mente puesta en una recesión, pero hay una regla general que sigue estando vigente: los mercados entran en pánico hasta que los políticos entran en pánico. Desde el lado de la política monetaria, hay que tener en cuenta que cualquier reacción generalmente lleva más tiempo. Justamente, en la reunión de Jackson Hole de esta semana, los banqueros se preguntarán unos a otros sobre su postura ante una posible crisis”, apunta Gattiker.
Desde BlackRock apuntan que la respuesta más lógica entre los banqueros será apostar por medidas fiscales. “La reunión anual de los banqueros centrales en Jackson Hole se lleva a cabo en un momento en que la efectividad de las herramientas monetarias usadas están en duda. ¿Cómo lucharán contra la próxima recesión en un contexto de tasas que están a cero o incluso en negativo? Es probable que la política fiscal por sí sola tenga dificultades para proporcionar un estímulo importante de manera oportuna dados los altos niveles de deuda. Sin un marco, los encargados de formular políticas inevitablemente se verán forzados a borrar los límites entre las políticas fiscales y monetarias, corriendo el riesgo de dañar la credibilidad ganada con tanto esfuerzo”, señala el último análisis semanal de BlackRock Investment Institute.
En este sentido, la cita que más interés despierta es participación este viernes de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), en la reunión. Tras la publicación esta semana de las actas de su última reunión, en la que varios miembros del FOMC son partidarios de mantener los tipos frente a la postura más dovish de Powell, han surgido las dudas sobre si la Fed defraudará al mercado.
Según estiman los analistas de Monex Europe, a pesar de aplicar el primer recorte de tipos de una década a finales de julio y señalar posibles recortes adicionales, “una postura más acomodaticia de la Fed no ha logrado aliviar las preocupaciones sobre una posible recesión económica implícita en los mercados de renta fija. Esta semana, la Presidente de la Fed de San Francisco, Mary Daly, intentó aplacar estas tensiones, al comentar que el sólido estado de los datos macroeconómicos apunta, por el contrario, a una continua expansión de la economía. En línea con estas observaciones, los inversores se preparan nuevamente para un comunicado decepcionante de la Fed, dadas las agresivas expectativas de flexibilización de la política monetaria de los inversores”.
«La Fed es consciente de que la política monetaria funciona con retraso y que el crecimiento global se está desacelerando, lo que hace que nos cuestionemos por qué han tardado en responder ¿No son conscientes de la crisis de financiación en los mercados mayoristas y del impacto del aumento de los déficits estadounidenses?», se cuestiona Chris Wallis, consejero delegado de Vaughan Nelson (afiliada a Natixis IM).