La tensión comercial entre China y Estados Unidos continúa. Tras la cumbre del G7 celebrada en Biarritz, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, intentó rebajar esta tensión, tras el cruce de aranceles y medidas anunciadas por ambos países el pasado viernes, e instó a su homólogo al diálogo. Estas trabas al comercio internacional y su efecto sobre la economía global siguen siendo una gran preocupación para los inversores.
Desde Investment Desk de Bank Degroof Petercam consideran que la decisión de aplazar la entrada en vigor de los aranceles hasta mediados de diciembre no debe considerarse una concesión a China. “Los posibles aumentos de precios en las tiendas de EE.UU. causados por estos derechos de aduana a finales de año podrían resultar políticamente perjudiciales para el presidente. El mes que viene podrían celebrarse nuevas conversaciones entre los dos países, pero éstas no deberían conducir a ningún progreso real. El yuan chino se ha estabilizado en torno a 7,05 frente al dólar estadounidense. El banco central chino dijo que no había cambiado su política monetaria y que mantenía su régimen de tipo de cambio flotante controlado”, explican.
Entre tanto, las cifras económicas más débiles de lo esperado en Europa y China han provocado nuevas tensiones en los mercados financieros. A lo que, según explica la entidad, se ha unido el temor de una recesión en Estados Unidos que ha reaparecido tras la inversión de la curva de rendimientos estadounidense (el tipo a 10 años cayó por debajo del nivel del tipo a dos años). “Esta configuración del mercado ha precedido a las recesiones de EE.UU. en el pasado, pero también ha enviado señales falsas. Además, el tipo a 30 años cayó por debajo del 2% por primera vez en Estados Unidos. Por el contrario, el tipo de interés a 10 años alemán siguió bajando y se situó en el -0,69%”, aclaran los expertos de Bank Degroof Petercam.
Asimismo, consideran que este aumento de los riesgos para la economía de la eurozona, así como la recesión en el sector industrial, podrían llevar al Banco Central Europeo a tomar medidas de estímulo monetario más fuertes de lo esperado en septiembre. “Por su parte, el Gobierno alemán ha planteado la posibilidad de una relajación de la disciplina presupuestaria. El Ministro de Hacienda ha estimado por primera vez que el tamaño de un posible paquete de medidas de estímulo fiscal sería de 50.000 millones de euros. Sin embargo, hasta la fecha no se dispone de información detallada sobre las condiciones de su aplicación ni sobre su calendario”, explica la entidad.
Cifras decepcionantes
Desde Degroof Petercam recuerdan las cifras decepcionantes en Europa y China y los últimos datos económicos que se han publicado en la Eurozona, los cuales tachan de desalentadores. “En Alemania, el PIB disminuyó un 0,1% trimestral en el segundo trimestre, en línea con las expectativas. En esta primera estimación aún no se conocen los detalles, pero esta disminución se debe principalmente al debilitamiento de la demanda externa, mientras que el gasto de los hogares y del gobierno ha aumentado (aunque de forma limitada). La producción industrial de la zona euro cayó un 1,6% mensual en junio, frente a las previsiones que apuntaban a un descenso del 1,4%. Los bienes de equipo son los que más han sufrido (-4 mensual)”, apuntan. Para la entidad, esto ilustra la falta de confianza de las empresas, motivada por las tensiones comerciales y la incertidumbre en torno al Brexit.