Los administradores de fondos de private equity en bienes raíces en todo el mundo siguen enfrentando importantes desafíos debido principalmente a la falta de liquidez constante dentro de los mercados de capitales. Por este motivo, pocos de ellos han podido obtener financiación bancaria, lo que ha desacelerado el flujo de acuerdos, según el informe Global Market Outlook: Trends in real estate private equity (Perspectivas para el mercado mundial: tendencias del capital privado en bienes raíces), de Ernst & Young.
El informe, elaborado a partir de una encuesta realizada a 300 fondos mundiales de bienes raíces, reveló que incluso en los mercados emergentes más favorecidos como Brasil e India se ha desacelerado el despliegue de capital por parte de los fondos de private equity. Esto se debe en gran medida a la crisis que sufre la eurozona y a la incertidumbre que ha provocado en los mercados de todo el mundo. La única excepción es Rusia, donde los bancos nacionales siguen financiando las transacciones y los nuevos desarrollos a pesar de que ya registran un nivel elevado de exposición al mercado de bienes raíces, suministrando a los inversores locales los medios necesarios para ejecutar las transacciones.
“El mercado mundial de financiación sigue siendo muy complejo y esto ha desalentado la actividad de los fondos en bienes raíces, pero también se dieron otras circunstancias difíciles, en especial los trascendentes cambios estructurales y culturales a los que han tenido que ir adaptándose los fondos mientras va quedando atrás la recesión», manifestó Mark Grinis, responsable del fondo mundial en bienes raíces de Ernst & Young.
Los desafíos a los que se refiere el informe son, entre otros, los requisitos normativos más estrictos para regular a los administradores de fondos, como por ejemplo la Directiva sobre Administradores de Fondos de Inversión Alternativos en Europa y la Ley Dodd-Frank en Estados Unidos, además de un “control” más exigente por parte de los inversores, quienes demandan una mayor transparencia y supervisión de sus inversiones.
Los administradores de fondos en bienes raíces subrayaron varios desafíos críticos que deben resolver con el fin de que un fondo nuevo llegue a su primer cierre. En este sentido, el 52% de los encuestados señaló que los inversores exigen más información y documentación detallada antes de comprometerse con el fondo. El 54% de los participantes también apuntó a las condiciones de negociación y acuerdo, además de las tarifas, como los mayores obstáculos a superar. Según Grinis, si bien estos desafíos han perjudicado a corto plazo a varios administradores de fondos, las perspectivas de estos cambios estructurales implican en general una plataforma mucho más eficaz, transparente y escalable para apuntalar el crecimiento en el futuro.
“Atravesamos un período ideal para los inversores creativos”, aseguró Grinis. “Los administradores de fondos de bienes raíces que puedan adaptarse con éxito a estos cambios que se están dando, como por ejemplo, la demanda de mayor transparencia y tarifas más bajas por parte de los inversores, y que estén en condiciones de idear soluciones creativas en nichos especializados para los inversores que quieran avanzar, podrán destacarse durante la próxima fase de crecimiento del mercado”, agregó.