Dejamos atrás un 2018 muy negativo para la renta variable. De hecho, el mes de diciembre pasará a la historia después de que el índice S&P 500 registrara su peor rendimiento mensual (un -9,2%), en casi una década. El declive de diciembre cobró impulso después de que la Reserva Federal de Estados Unidos elevase los tipos de interés y sugiriera que en 2019 habrá dos subidas adicionales.
En el mercado de renta fija, los tipos de los bonos soberanos USA descendieron el mes pasado. Las tasas de los bonos a 10 años cerraron el 2018 en el 2,75% en comparación con un máximo del 3,25% de noviembre, que sigue siendo más alto que el 2,40% alcanzado a principios de año. El mal comportamiento de las bolsas en el último mes del año llevó a los inversores a adquirir bonos soberanos como refugio. Este mercado también se vio apoyado por la desaceleración esperada del crecimiento en los EE.UU. en 2019 y la reducción prevista en el ritmo de las subidas de tipos de la Fed. Los bonos a 10 años alemanes terminaron el año con un rentabilidad por debajo de lo que lo habían iniciado, a diferencia de sus comparables estadounidenses. Por lo tanto, esta es una de las tendencias más llamativas del año que acabamos de terminar. El crecimiento más lento de lo esperado en la eurozona y las incertidumbres políticas son las principales explicaciones, aunque, una de estas incertidumbres se disipó en diciembre, cuando el gobierno italiano llegó a un acuerdo con la UE para reducir el déficit presupuestario de 2019.
Por otro lado, los diferenciales de los bonos corporativos han aumentado significativamente en las últimas semanas, continuando así la tendencia de los meses anteriores. Los bonos corporativos high yield, en particular, vieron aumentar los niveles de diferencial en un contexto general de aversión al riesgo, y debido a las expectativas de que un crecimiento económico más lento deteriorará la calidad de este segmento de mercado.
En el campo de los bancos centrales el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo se suspenderá este mes de enero. De ahora en adelante, solo los bonos que alcancen el vencimiento serán reinvertidos. El BCE espera continuar estas reinversiones durante un tiempo considerable después de la primera subida de tipos. La Fed, por su parte, asume que en este 2019 habrá dos alzas de tipos (una por semestre) en lugar de tres.
En el mercado de divisas, el movimiento más destacado lo observamos en la libra esterlina que, tras caer por el sentimiento optimista que vimos en noviembre, se mantiene dentro del rango en el que ha estado moviéndose frente al euro durante más de un año, mientras que continúa la incertidumbre sobre el Brexit a la espera de la votación en parlamento británico sobre el acuerdo de salida.
Para finalizar, en el ámbito de las materias primas, aunque en lo que llevamos de año los precios del petróleo se han recuperado cerca de un 10%, el crudo arrastra caídas desde el pico de los 85 dólares/barril alcanzado a principios de octubre. Este mes entrará en vigor el recorte de 1,2 millones de barriles al día acordado el 7 de diciembre por la OPEP y Rusia.
Sin embargo, los mercados aún no están convencidos de que esto sea suficiente para restablecer el equilibrio del mercado. De hecho, los suministros siguen siendo abundantes y la producción de petróleo de esquisto está en niveles récord. Además, el embargo contra Irán se ha compensado en parte con exenciones de varios países. Esto debe verse en el contexto de una demanda incierta resultante de un crecimiento económico generalizado más suave.
Tribuna de Johan Gallopyn, Investment Desk Analyst, Bank Degroof Petercam.