La disruptiva etapa tecnológica que estamos atravesando nos está llevando a un futuro que traerá consigo grandes cambios en nuestras vidas. Cambios que nos ayudarán a prevenir, combatir y curar enfermedades o lesiones que ahora nos pueden limitar las actividades cotidianas; o que aumentarán nuestra seguridad; o que nos ayudarán a mantener una vida social más rica; o que nos permitirán trabajar en condiciones más de acuerdo con nuestras necesidades de conciliación; o viajar de forma más cómoda, segura y rápida. Son sólo algunos ejemplos, la enumeración podría continuar.
En paralelo con los cambios tecnológicos, la intensidad en el consumo de los recursos naturales de los últimos años ha generado una alerta sobre la importancia de la sostenibilidad, dando paso al compromiso para la protección y conservación del medio ambiente y los recursos naturales y la utilización de energías limpias. Nos hemos hecho más exigentes también con las normas de comportamiento ético de las compañías y del sector financiero, con la sostenibilidad y respeto ambiental de sus modelos de negocio, con su responsabilidad social y con su gobernanza (criterios ASG).
¿Es posible aunar ambos conceptos en una cartera de inversión? El equipo de Degroof Petercam Asset Management (DPAM) cree que es posible y lo prueba con el fondo DPAM Invest B Equities NEWGEMS Sustainable uno de los fondos sectoriales más rentables en lo que va de año, con una revalorización del 15,93% en su clase F.
Gestionado activamente y con un enfoque multitemático, el fondo permite a sus inversores ganar exposición a compañías disruptivas de una manera sostenible. Toma como referencia el índice MSCI World Net Return, invirtiendo globalmente en las compañías que darán forma a la sociedad del futuro a través de las tendencias y temáticas que la gestora ha identificado como de gran potencial presente y futuro. Son los nombres en inglés de estas temáticas los que forman el acrónimo NEWGEMS: Nanotechnology, Ecology, Wellness, Generation Z, E- Society, Manufacturing 4.0 y Security.
La temática nanotecnología incluye fabricantes de chips semiconductores, smartphones, maquinaria industrial, tecnología médica y otros dispositivos que cada vez son más pequeños u operan con niveles de precisión cada vez mayores. Ecología engloba todo lo relacionado con el medio ambiente. La sociedad del futuro también es una sociedad verde. El fondo invierte en compañías que permiten un entorno más limpio, desde vehículos eléctricos y baterías hasta energías renovables. También el bienestar es importante para la sociedad futura; desde soluciones para la salud, que tienen en cuenta el envejecimiento de la población, hasta tecnología de los alimentos y todo lo relacionado con el bienestar de los seres humanos y los animales.
La Generación Z se refiere a la generación posterior a los millennials. Una generación para la que todo es móvil, social y online. La inversión se centra en compañías que facilitan el modo de vida de esta generación: videojuegos, contenidos digitales o redes sociales. Por su parte, la sociedad electrónica se basa en el futuro digital respecto a la interacción entre compañías y consumidores: comercio digital, digitalización y compañías de pagos online. La industria 4.0 se refiere a la nueva revolución industrial: robótica, atomatización, big data, internet de las cosas e inteligencia artificial son fundamentales. En un mundo cada vez más conectado, otro aspecto que será cada vez más importante es la seguridad; en esta temática, la gestora selecciona compañías tanto en el sector de la ciberseguridad como en el de la seguridad física.
Su gestión corre a cargo de un experimentado equipo formado por Alexander Roose, Quirien Lemey y Dries Duri, junto con un equipo de 11 analistas sectoriales y cuatro expertos en inversión socialmente responsable (ISR). Inicialmente el gestor del fondo fue Alexandre Roose, director de Renta Variable Internacional de DPAM desde 2015. Con anterioridad, fue gestor de Renta Variable Internacional en PIAM, gestor de Estrategias Long/Short en Joalco y Analista en Strategus. Alexandre es master en Economía Aplicada por la EHSAL Management School de Bélgica.
A partir del 1 de octubre de 2017, el fondo está gestionado por Dries Dury, gestor de Renta Variable de DPAM desde 2016. Fue anteriormente gestor del EMU high dividend yield Equity en Degroof FMC, analista de inmobiliarias cotizadas de Bank Degroof y analista del Banco Nacional de Bélgica. Es máster en Ciencias Económicas por la Universidad de Gante, en Bélgica.
El proceso inversor comienza con una primera fase de filtrado cuantitativo, a partir de un universo de unas 30.000 compañías cotizadas. Son empresas con una capitalización de mercado de más de 300 millones de euros, con una ratio de flujos de caja libre sobre enterprise value (FCF/EV) superior al 4% y que han de cumplir con los criterios de Exclusión ASG (ambientales, sociales y de gobernanza), excluyendo empresas cuyo negocio sea el juego, el tabaco o la defensa).
En una segunda fase, se lleva a cabo la selección de compañías, primero en base a un análisis top-down, que ayuda a identificar los temas, y a continuación con un análisis bottom- up o de stock picking, para identificar las compañías que serán las futuras ganadoras, tanto cuantitativa como cualitativamente.
Tras analizar su cadena de valor, identifican e incorporan a la cartera las empresas que demuestran ser líderes en innovación, con actividades relacionadas con tecnologías disruptivas, generadoras de caja en el corto plazo y con un fuerte crecimiento. Han de contar con modelos de negocio robustos y ventajas competitivas y han de cumplir con los criterios ASG marcados.
El resultado es una cartera de entre 70 y 80 acciones, con ponderaciones diferentes en cada caso, diversificada por sectores, capitalización de mercado y temas de inversión. Es una cartera invertida prácticamente en su totalidad, sin cobertura y con un máximo del 5% de liquidez. Un tercio del fondo está posicionado en compañías medianas y pequeñas, donde a menudo existe mayor innovación y disrupción y donde el equipo gestor obtiene mayor alpha en relación al índice MSCI World.
Las mayores posiciones en la cartera del fondo incluyen acciones de Abbott Laboratories Ltd (2,6%), Abiomed Inc (2,27%), Accenture – SHS Class A (2,22%), Activision Blizzard (2,08%) y Addus Homecore Corp (2,06%). Por sector, tecnologías de la información (31,7%), salud (22,5%), consumo discrecional (11,8%), industrial (11,1%) y financiero (10,8%) representan las mayores ponderaciones. Por país, los mayores pesos corresponden a Norteamérica (54,1%), Europa ex-Unión Monetaria Europea (14%), Japón (11,7%), Unión Monetaria Europea (8,7%) y resto del mundo (8,3%).
La historia de rentabilidades del fondo lo posiciona entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2014 y 2018, batiendo al índice de su categoría durante 2015, 2016 y 2017. A tres años, registra un controlado dato de volatilidad del 9,91% y del 12,11% a un año. También a un año, su Sharpe es de 1,37 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 4%. La suscripción de la clase F del fondo requiere una aportación mínima de 25.000 euros, aplicando a sus partícipes una comisión fija del 0,75% y de depósito del 0,045%. Cuenta también con clases A y B dirigidas a inversores individuales.
El equipo gestor cree que la guerra comercial entre EE.UU. y China está centrando la atención global de forma más notable. Les preocupa que pueda haber un posibilidad real de que no se llegue a un acuerdo pronto y que los temas relacionados con esta guerra estén más profundamente arraigados y sean más estructurales de lo que los inversores creen. El escenario global ha cambiado de forma significativa desde comienzos de año y no sólo por la guerra comercial, sino también por la subida de tipos, la forma en que se está desarrollando el Brexit o los problemas con el presupuesto italiano, al mismo tiempo que las valoraciones han escalado durante la primera mitad del año. A pesar de todo ello, estiman que hay todavía pocos indicios de que la economía global vaya a entrar en recesión, más bien lo contrario.
En general, desde una perspectiva a alto nivel, son positivos sobre la mayor parte de energías alternativas, al menos a largo plazo. En cualquier caso, el equipo actualmente evita subsectores como el de energías alternativas, debido a los fundamentales actuales, las dinámicas competitivas y las perspectivas de mercado. En este momento invierten en ciertos sectores nicho de menor tamaño, que atraen escaso interés entre los analistas, y en compañías poco conocidas como Nibe (bombas de calor) y Spirax Sarco (sistemas de vapor).
Artículo de opinión de Paula Mercado.