En los últimos años, hemos observado cómo los avances médicos y los descubrimientos en el campo de los medicamentos y la tecnología sanitaria han alcanzado niveles sin precedentes. Prevemos que este ciclo potencialmente largo de innovación va a mantenerse a lo largo del tiempo.
La innovación puntera es un reflejo de los avances exponenciales que estamos presenciando en la investigación y el desarrollo (I+D) sanitarios y en el entendimiento de la biología humana, que evoluciona a una gran velocidad.
La primera secuenciación del genoma humano en el año 2000 fue un acontecimiento muy importante. Desde entonces, el coste de la secuenciación del genoma humano se ha reducido de manera considerable. A medida que los precios bajan y aumenta la precisión de la secuenciación de genes, es probable que la investigación genética se extienda en mayor medida y experimente una adopción masiva.
Consideramos que estamos muy cerca de poder diagnosticar y confirmar la presencia de cáncer a través de un simple análisis de sangre, puesto que los científicos médicos ya son capaces de localizar el ADN canceroso que se desprende de los tumores en el torrente sanguíneo. En nuestra opinión, es probable que esta sea la próxima frontera de la investigación del cáncer: la utilización de análisis de sangre para la detección temprana del cáncer, antes de que aparezcan los síntomas.
Edición genética y genoterapia
Gracias a los avances en la secuenciación del ADN, también ha aumentado el número de «dianas» moleculares para que los tratamientos especializados puedan desarrollar y mejorar el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades. Del mismo modo, la secuenciación del genoma humano ha generado muchas nuevas posibilidades, como la genoterapia, que implica la administración viral de nuevo material genético en las células de un paciente para corregir un gen faltante o defectuoso que causa enfermedades en el cuerpo.
Otro campo emocionante e innovador dentro del sector biotecnológico es el de la edición genética, que corrige las mutaciones genéticas. A diferencia de los tratamientos genéticos tradicionales, las tecnologías de edición genética tienen el objetivo de corregir directamente genes defectuosos causantes de enfermedades, cortando las cadenas de ADN en un punto concreto para que los científicos puedan sustituir un gen no deseado por otro adecuado.
Si bien las herramientas de edición genética poseen el potencial de corregir enfermedades tanto genéticas como no genéticas, como el VIH, su uso terapéutico en humanos todavía se encuentra poco desarrollado y aún debe trabajarse mucho para garantizar su eficacia y seguridad.
Medicina personalizada
Por otra parte, los descubrimientos en la ciencia médica están convirtiendo en realidad la medicina personalizada. Esta consiste en la administración de fármacos y tratamientos apropiados a los pacientes adecuados.
En general, observamos una innovación significativa en los tratamientos genéticos, la edición genética, la oncología y otros ámbitos que aprovechan la fortaleza del sistema inmunitario del cuerpo para luchar contra el cáncer. Estamos entusiasmados con las perspectivas que ofrece la genómica en general y consideramos que la secuenciación de genes será una vía esencial para la administración de medicamentos, tratamientos y curas en el futuro.
Consecuencias para la inversión
A pesar de las diversas oportunidades de inversión que observamos en las acciones del sector biotecnológico, seguimos siendo disciplinados y muy selectivos en nuestro enfoque de inversión. Utilizamos un proceso de análisis fundamental ascendente (bottom-up) para seleccionar empresas biotecnológicas con perfiles competitivos, grandes oportunidades de mercado y una considerable propiedad intelectual. Este enfoque conlleva un aumento del análisis de cada empresa particular por nuestra parte y técnicas rigurosas de selección de acciones basadas en los conocimientos de los diversos equipos de investigación de Franklin Templeton, todos ellos con una dilatada experiencia en este ámbito.
En última instancia, intentamos identificar e invertir en empresas biotecnológicas en las que vemos potencial. Nos esforzamos por invertir en empresas que ofrecen un valor clínico demostrado y que abordan una esfera de necesidades médicas no cubiertas. Si un fármaco no tiene sustituto, cambia la vida, mejora las vidas de las personas y les permite vivir más tiempo, la gente pagará por él.
En nuestra opinión, solo estamos empezando a cosechar los beneficios de los avances biotecnológicos logrados en los últimos 10 a 15 años. Confiamos en que existen grandes oportunidades para los próximos años en el sector biotecnológico, mantenido a flote por el gasto continuado en I+D, los descubrimientos de nuevos fármacos y otros logros científicos recientes.