El índice de bancos de la eurozona (SX7E) cae un 18% en lo que va de año (a cierre del 24 de agosto) y el SX7P un 14%, que incluye países europeos no euro como Suiza, Reino Unido y países escandinavos. Los bancos son el sector de la bolsa europea que ha tenido un peor comportamiento en los primeros ocho meses del año.
Su caída en bolsa ha sido más pronunciada que la de los fabricantes de coches, impactados por la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la amenaza de la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a las importaciones de coches europeos, o las aerolíneas, afectadas por la subida del petróleo, las numerosas huelgas en Francia y las presiones salariales de algunos de sus colectivos de trabajadores.
Esto es solo la radiografía bursátil del sector en 2018. Si echamos la vista atrás, vemos que el índice de bancos de la zona euro (SX7E) llegó a 500 en junio de 2007 y hoy está a 107. Esto es, el mismo nivel que en octubre de 1995, ¡hace 23 años!
Vivimos en un momento en el que una mayoría de gestores “value” (tan de moda en nuestro país) desvelan en la prensa que ellos no invierten en bancos… Aunque viendo el comportamiento en bolsa de los bancos europeos en los últimos años esta afirmación es entendible.
La realidad es que Warren Buffett –máximo exponente de la inversión value– ha mantenido históricamente un alto porcentaje de su cartera de inversiones en compañías financieras americanas (bancos y compañías de seguros).
¿Qué ocurre?
La amenaza de una recesión en Estados Unidos (tal y como parece indicar el spread 10Y-2Y de la curva del tesoro americana), el efecto de los tipos de interés negativos desde principios de 2016 (y la expectativa de que la subida de tipos en Europa puede ser mínima o inexistente si cambia el ciclo americano) y el desapalancamiento de las economías (reducción del stock de crédito) son las principales causas de un comportamiento bursátil que “asusta” a cualquier observador externo.
A esto hay que añadirle la amenaza de nuevos competidores digitales con costes de operación muy bajos (Revolut, N26, Transferwise…) que atacan nichos del negocio bancario muy rentables, los mayores requerimientos de capital y deuda con capacidad de absorción de pérdidas (MREL) y las contingencias legales heredadas de una época de crecimiento descontrolado (por ejemplo, las cláusulas abusivas en contratos hipotecarios).
Hoy por hoy, vender la idea de que la inversión en compañías financieras tiene sentido es, como poco, tan desafiante como vender hielo a los esquimales. A pesar de todo, en Fidentiis Gestión nos gustan los retos y vamos a tratar de intentarlo.
Pensamos que si la guerra comercial no se agudiza, el crecimiento europeo continuará sólido en 2019 y 2020 en torno al 1,5%-2%.
Una subida de 50 puntos básicos en la tasa depo (es decir, salir de los tipos negativos que pensamos son una medida de política monetaria extraordinaria) sería suficiente para provocar una mejora en rentabilidad y valoración muy significativa (mejora de un 3%-4% en ROE y subida del índice de bancos de un 50%). El BCE ya ha indicado que empezará a subir los tipos de interés en el verano de 2019.
Los nuevos competidores son una amenaza pero también pueden ser una oportunidad desde el punto de vista inversor. Véase el gran comportamiento bursátil de compañías como Adyen (más de un 100% en lo que va de año, Wirecard (lo mismo), Plus500 (+72% en lo que va de año), Swissquote (+95% en lo que va de año) y Virgin Money (+38% desde enero).
Las compañías de seguros europeas tienen un perfil mucho menos cíclico que los bancos, ofrecen una rentabilidad por dividendo atractiva y su comportamiento bursátil ha estado en línea con la del mercado en general (-2% desde enero).
No solo podemos invertir en renta variable bancaria; la deuda subordinada de los bancos ofrece rentabilidades atractivas.
El fondo de financieras europeas que gestionamos en Fidentiis Gestión (European Financial Opportunities) está en positivo en el año a pesar de la fuerte caída de los índices de bancos europeos.
Desde su lanzamiento el 1 de marzo de 2017, el fondo acumula una rentabilidad del 7,5% (el índice de bancos europeos, en el mismo periodo, cae un 11%). Nuestro punto de partida es siempre valorar el entorno macro para realizar un asset allocation adecuado entre renta variable y renta fija de distintos tipos de riesgo.
Dentro de la renta variable, invertimos en base a temáticas que pueden acelerar el crecimiento de BPA de las entidades. En momentos concretos podemos cubrir la cartera para proteger el capital de nuestros participes.
Por tanto, la respuesta a la pregunta que titula este artículo es: “Pocos inversores quieren invertir en bancos en este momento. Pensamos que la inversión en bancos, realizada con sentido común, tiene sentido a medio plazo”.
Luis Peña es gestor del Fidentiis European Financial Opportunities, UCITS.