La automatización y la robótica son tecnologías que están cobrando impulso rápidamente en todo el mundo debido a la creciente demanda de procesos de fabricación más rápidos y eficientes. Gracias a las mejoras del software y la disponibilidad de big data, también llamados macrodatos, los robots avanzados no solo están desplazando a los trabajadores humanos en labores repetitivas o peligrosas; también están permitiendo a las empresas industriales adquirir ventajas competitivas mediante la eficiencia operativa.
El departamento de análisis de Bank of America Merrill Lynch pronostica que el mercado mundial de la automatización de fábricas crecerá a una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC) del 7,6% entre 2016 y 2020, hasta alcanzar un total de aproximadamente 153.000 millones de dólares en ventas anuales en 2020. Se prevé que alrededor del 45% de las tareas de fabricación esté automatizado en 2025, frente al 10% en la actualidad.
El número de robots por cada 10.000 trabajadores (densidad de robots) ha aumentado de forma proporcional en todo el mundo. Según la Federación Internacional de Robótica (IFR), la densidad media mundial de robots en la industria pasó de 66 unidades por cada 10.000 trabajadores en 2015 a 74 unidades en 2016, lo que supone un incremento interanual del 12%. Las mayores densidades medias de robots en la industria se dan en las locomotoras industriales de alto valor añadido de Asia desarrollada (Corea del Sur, Japón) y Europa (Alemania). Sin embargo, la región que está experimentando el incremento más acusado en la densidad de robots son los países emergentes de Asia, especialmente China. Entre 2010 y 2016, la tasa media de crecimiento anual en la densidad de robots fue del 9% en Asia, frente al 7% en América y el 5% en Europa.
En este sentido, podemos afirmar que China es el principal foco de demanda de robots industriales. Entre las economías con importantes sectores industriales, China ha visto en los últimos tiempos cómo su densidad de robots aumentaba al ritmo más rápido en todo el mundo. La densidad de robots aumentó de 25 unidades por cada 10.000 trabajadores en 2013 hasta 68 unidades en 2016, un impresionante incremento del 172% en tres años.
El gobierno chino pretende seguir pisando el acelerador y convertir al país en una de las diez naciones más automatizadas del mundo en 2020. Para entonces, esperamos que la densidad de robots aumente hasta 150 unidades por cada 10.000 trabajadores, es decir, otro 120% más frente a los niveles de 2016. Cuando comparamos la situación de China con la de países que ya cuentan con elevadas tasas de automatización (Corea del Sur, Alemania y Japón) en términos absolutos, vemos que China necesitará entre 1,2 y 1,5 millones de robots para alcanzar esos niveles de densidad, lo que supone un incremento entre el 250% y el 340% sobre el parque operativo de 340.000 unidades de 2016. Eso supone una oportunidad potencialmente inmensa para que las ventas de los fabricantes de robots industriales converjan hacia ese nivel.
Las fábricas del mundo están evolucionando y entrando en una nueva era de innovación tecnológica impulsada por la automatización industrial. Hemos identificado cinco segmentos clave más allá de la robótica industrial que se articulan sobre las tendencias de automatización del mundo. Entre ellas, están los robots colaborativos o cobots. Aunque no contemplamos la posibilidad de que sustituyan a los robots industriales en líneas de producción muy automatizadas con poca intervención humana, creemos que la penetración de los cobots podría avanzar rápidamente en áreas de la producción que requieren del concurso de los seres humanos, como líneas de clasificación que utilizan sistemas de automatización de almacenes o islas de producción flexibles.
A medida que vayan mejorando las prestaciones de los cobots, cabe esperar que se produzca un incremento progresivo de su uso, por ejemplo, en las líneas de envasado de alimentos y medicinas y en las cadenas de montaje de semiconductores. En cuanto a los otros cuatro sectores que hemos identificado, tenemos el software industrial, la automatización de almacenes, los robots quirúrgicos y los robots de servicios.
El software de automatización es vital para mantener un alto grado de eficiencia y funcionalidad en todas las fases del ciclo de vida de una máquina o una fábrica. La adopción progresiva del software en los procesos de producción no solo ayuda a las empresas de automatización industrial con divisiones de software a generar nuevos ingresos; también puede impulsar la penetración de la robótica fuera de la industria. En cuando a la automatización de almacenes, esta pasa por ser una de las formas más eficaces para aumentar la rentabilidad de la inversión en el sector logístico, ya que mejora la precisión y la eficiencia, al tiempo que reduce los costes laborales.
Según Citi Research, la adopción de los procedimientos robotizados en los campos de la cirugía, la ortopedia y el diagnóstico podría aumentar a una TCAC del 18% hasta 2030. Por segmentos, la cirugía general debería acaparar el mayor número de procedimientos quirúrgicos robotizados en 2030. A medida que la tecnología mejore y bajen los precios, los robots de servicios representarán una porción cada vez más importante del mercado mundial de la robótica. Según la IFR, el número total de robots de servicios para uso profesional vendidos en 2015 aumentó un 25%, mientras que el valor de las ventas aumentó un 14% hasta un nuevo récord de 4.600 millones de dólares.
En lo que respecta al uso personal y doméstico, en 2015 se vendieron 3,7 millones de robots de servicios (como aspiradoras, cortadoras de césped, limpiadoras de ventanas), un 11% más que en 2014. Los segmentos relacionados con el hogar son actualmente el mercado de mayor tamaño para los robots de servicios, seguidos de cerca por los robots de entretenimiento (robots de juguete, pasatiempos, educación e investigación).
En resumen, seguimos creyendo en la fortaleza estructural a largo plazo de la automatización en el sector industrial mundial. Sin embargo, a pesar de que el crecimiento estructural continuado es el futuro de las empresas de automatización industrial, el sector sigue sufriendo ciclicalidad y podría experimentar periodos de crecimiento más lento. En otras palabras, consideramos que el sector de la automatización podría sufrir cierta volatilidad a medio plazo, similar al episodio de 2011 y 2012, cuando los volúmenes de pedidos de robots se tomaron un respiro. Así pues, en este contexto recomendaríamos a los inversores que fueran selectivos.
Tribuna de Damien Ng, Next Generation Investment Specialist en Julius Baer.