Si algo ha definido al primer semestre del año es que las bolsas mantienen un movimiento en el que es imposible detectar una tendencia clara. Pese a que, en líneas generales, el crecimiento económico sigue siendo sostenido, y los beneficios se han revisado al alza, la incertidumbre generada por la guerra comercial abierta por la administración Trump lastra las valoraciones.
Un claro efecto de esto en Europa ha sido por ejemplo que el DAX, índice de referencia alemán, se viera especialmente tocado en junio por su exposición al sector automovilístico y al comercio mundial.
En un entorno de tan alta volatilidad como la que se aprecia actualmente, dentro de nuestra estrategia de renta variable despunta especialmente el buen comportamiento del fondode gestión activa de alta convicción Mirabaud – Equities Swiss Small and Mid Cap, liderado por Paul Schibli.
Con una estrategia centrada en un porfolio de alta calidad que incluye entre las 40 y 50 compañías suizas de pequeña y mediana capitalización más atractivas, el fondo está enfocado en el largo plazo y con el objetivo de que los inversores puedan beneficiarse del crecimiento económico de las empresas.
La estrategia arroja un rendimiento anualizado del 12,3% frente al 9,42% de su índice. A lo largo de su trayectoria, Mirabaud – Equities Swiss Small and Mid Cap ha sido reconocido con tres Thomson Reuters Lipper Fund Awards, tiene los reconocimientos Citywire Gold y + y tiene 5 estrellas Morningstar.
Más allá de la referencia a este fondo en concreto, que se sitúa entre los mejores en este momento, y analizando ya nuestra asignación sectorial global en renta variable, en los últimos movimientos hemos sobreponderado los bancos regionales estadounidenses.
Desde un punto de vista normativo, la situación para las entidades de tamaño medio ha mejorado con la flexibilización de ciertas normas puestas en marcha tras la crisis financiera, como la norma Volcker sobre la negociación por cuenta propia y el umbral de los bancos considerados “sistémicos”.
Por otro lado, y desde un punto de vista económico, la solidez del crecimiento estadounidense debería sostener los sectores cíclicos. Nos encontramos así en un contexto en el que la tendencia de los beneficios mejora y se prevé un crecimiento del 28% en 2018 y del 10% en 2019.
Por el contrario, infraponderamos el sector bancario europeo. A pesar de su reciente estabilización, la dinámica económica se ha ralentizado estos últimos meses en Europa, los riesgos políticos han aumentado, los beneficios se han revisado a la baja y la curva de tipos de interés se ha aplanado tras el comunicado de sesgo expansivo del BCE.
Finalmente, dentro de nuestra asignación temática, recomendamos la nueva aproximación de “tecnología disruptiva”, formada por las sub-temáticas de comercio electrónico, juegos online, seguridad electrónica y robótica.
Se trata de una inversión que apuesta por un enfoque diversificado por el crecimiento de los ingresos en el sector de los juegos online (el segmento más grande del sector de los medios de comunicación orientados al ocio) y, sobre todo, los deportes electrónicos; la expansión del comercio electrónico, sobre todo a través de los teléfonos móviles; el aumento del gasto en seguridad electrónica, con el crecimiento de los objetos conectados (Internet de las cosas); y el desarrollo de la robotización y la inteligencia artificial.
Elena Villalba es directora de Ventas de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.