La economía de China está atravesando una transición difícil. Sus últimos datos económicos han sido decepcionantes, mientras que las crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos y los elevados niveles de deuda interna han despertado inquietudes. Sin embargo, vemos que las perspectivas a corto plazo de China son resilientes.
Compartimos nuestra opinión en nuestra nueva perspectiva macro global China: calidad sobre cantidad. La esencia: la retórica ojo por ojo en el comercio entre EE. UU. y China puede tener un impacto económico real, pero vemos que la actividad se mantiene en el corto plazo, y el consumo representa una proporción cada vez mayor del producto interno bruto (PIB).
Actividad económica china
La moderación en la actividad económica china en la primera mitad de 2018 ha sido gradual. El crecimiento del PIB en el primer trimestre superó las expectativas, debido en parte a la sólida demanda externa. Nuestro BlackRock China GPS apunta a una actividad que se mantiene estable en el futuro. Las señales de Big Data desarrolladas por los equipos Systematic Active Equity de BlackRock son un componente importante del GPS de crecimiento de China, e incluyen orientación de ganancias de compañías chinas así como referencias a China en llamadas de resultados a nivel global. Estas señales pintan una imagen más optimista sobre el crecimiento de lo que sugieren los datos recientes. Esto se ilustra en el siguiente cuadro de ralentización constante con la diferencia entre el dato actual (en gris) y el GPS (en verde), que incorpora la señal de big data.
Esta perspectiva podría verse socavada si las tensiones comerciales con los EE.UU. se transforman en una guerra comercial en toda regla. Nuestro caso base ve que se evita ese escenario, aunque anticipamos un período prolongado de tensiones en el futuro a medida que la retórica ojo por ojo se calienta entre EE.UU. y China.
Se espera que el crecimiento en China disminuya solo levemente a 6,6% en 2018 desde el 6,8% el año pasado, de acuerdo con los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) a abril de 2018. Esto se produce en un contexto de progreso de Pekín en la implementación de reformas, la reducción del riesgo financiero y un crecimiento crediticio más lento. Una moderada desaceleración económica es bienvenida, en nuestra opinión, ya que China cambia a un ritmo de crecimiento más sostenible y menos dependiente del crédito.
Una transición importante está teniendo lugar
El consumo privado representa una porción cada vez mayor de la actividad en relación con la inversión, ya que el enfoque del gobierno de China se mueve hacia la calidad (sostenibilidad del crecimiento) desde la cantidad (objetivos del PIB). Una mayor dependencia del consumo y un cambio en el crecimiento desde la cantidad a la calidad deberían colocar a la segunda economía más grande del mundo en una senda más sostenible.
Se espera que los sectores que dependen del gasto del consumidor tomen las riendas de la economía de las antiguas empresas del gobierno (SOEs), dominantes de la vieja economía. La política del gobierno en China podría inclinar aún más la economía hacia el consumo. El consumo es de alrededor del 40% del PIB, según los datos del Banco Mundial, en comparación con más del 60% del PIB en las economías desarrolladas.
China enfrenta restricciones para hacer el cambio a una economía impulsada por el consumo. Lograr una transferencia sin problemas a hogares y consumidores no es fácil después de décadas de crecimiento impulsado por la inversión. La demografía también puede afectar a China. Una población envejecida carece de una red de seguridad suficiente, lo que explica la alta tasa de ahorro de China. La productividad mejorada, los ingresos más altos y las políticas gubernamentales que fortalecen la seguridad social deben apoyar la transición hacia una economía más basada en el consumidor.
Finalmente, las vulnerabilidades financieras de China, incluida la acumulación de apalancamiento en el grande y opaco sistema financiero del país, representan los mayores riesgos a mediano plazo. Sin resolver, estos podrían conducir a una gran conmoción. Sin embargo, los pasos del gobierno para frenar el crecimiento del crédito están en marcha. La creación del Comité de Estabilidad Financiera y Desarrollo y el trabajo hacia un marco regulatorio unificado han puesto a las autoridades en una mejor posición para abordar los riesgos de estabilidad financiera.
En conclusión
Las perspectivas a corto plazo de China parecen sólidas, pero las crecientes fricciones comerciales entre los EE.UU. y China suscitan preocupación. Además, la participación de la economía en el consumo debe aumentar aún más si China quiere lograr el equilibrio entre controlar el crédito, mantener el crecimiento del PIB y alejarse del crecimiento liderado por las exportaciones y las inversiones. La tendencia en estos frentes es buena; sin embargo, se necesita mucho más progreso.
Build on Insight, de BlackRock, escrito por Jean Boivin y Tara Rice