Los precios del petróleo han subido un 82% desde junio del año pasado, una cifra similar a los aumentos de precios registrados en 2008, 2010 y 2011. Esta vez, sin embargo, los factores son diferentes, al igual que el impacto en los mercados emergentes. En lugar de la apreciación habitual que se produce en las monedas emergentes cuando los precios del petróleo aumentan, esta vez estas monedas se están depreciando y los mercados locales están sufriendo.
Los anteriores aumentos en el precio del petróleo se vieron impulsados en gran parte por la creciente demanda global. Pero esta vez, el principal driver es un suministro menor de petróleo.
Los recortes de producción de la OPEP han erosionado el exceso mundial en los últimos 18 meses y es probable que la oferta disminuya aún más cuando sean efectivas completamente las nuevas sanciones de Estados Unidos a Irán. Además, es probable que la limitación de la capacidad del pipeline restringirá el suministro de shale gas estadounidense durante los próximos 12 meses aproximadamente.
La nueva ecuación oferta/demanda de petróleo está afectando el valor relativo del dólar estadounidense, que en lugar de disminuir como lo hizo durante los períodos anteriores de aumento de los precios del petróleo, actualmente se está apreciando. (Aunque también vimos esta dinámica a fines de 2016 y principios de 2017, fue de corta duración).
Desde una perspectiva técnica, el movimiento ascendente visto en el petróleo recientemente lo ha llevado a un nuevo rango probable de al menos 70 a 80 dólares por barril.
Dado que es probable que asistamos a un período probablemente prolongado de mayores precios del petróleo, desde PineBridge evaluamos los efectos de un aumento del 1% en el precio del petróleo en los principales mercados emergentes, salvo aquellos cuyas monedas vinculadas o semianlacadas ocultan el impacto del precio.
En este contexto, los exportadores de petróleo tienden a ser los ganadores, mientras que los importadores son más propensos a sufrir. Los ganadores incluyen Kazajstán, Angola, Rusia y Colombia. Los países que pueden verse más afectados son Vietnam, Kenia, Filipinas, Pakistán, Bielorrusia, Jordania y Líbano. Ucrania también tiende a tener un buen desempeño durante un aumento en los precios del petróleo debido a su estrecho vínculo con Rusia.
Mientras que las divisas de los emergentes en general han estado sufriendo frente al aumento en los precios del petróleo, los efectos son muy variados entre los países individuales. Por ejemplo, en conjunto, las monedas de los mercados emergentes se debilitaron alrededor de un 5,7% desde mediados de abril, mientras que las divisas de Ucrania, Kazajstán y Rusia cayeron solo un 0,2%, 0,5% y 1,9% respectivamente. Estas dinámicas cambiantes ilustran por qué, cuando se invierte en mercados emergentes, es importante reconocer que no hay dos mercados iguales.
Dmitri Savin es portfolio manager deEM Fixed Income Portfolio Strategy and Risk de PineBridge.
Ilke Smit es analista de deuda soberana y renta fija de los mercados emergentes de PineBridge.