El primer trimestre de 2017 ha sido claramente positivo para las bolsas, empujadas principalmente por la revisión al alza del crecimiento y los beneficios. En Mirabaud creemos que la tendencia seguirá siendo positiva durante los dos próximos años por lo que mantenemos nuestra exposición a renta variable, pero también somos prudentes en cuanto al corto plazo a causa de las fuertes subidas que hemos observado durante los últimos cinco meses y al retraso en la puesta en marcha de las políticas económicas y presupuestarias anunciadas en Estados Unidos.
En este momento hemos optado por posicionar nuestras carteras con una ponderación neutral en los países desarrollados y una ligera infraponderación en los países emergentes. También hemos cubierto una parte de la exposición a la renta variable europea ante la proximidad de las elecciones presidenciales en Francia y frente al riesgo que supondría el triunfo en ellas del voto populista. Pese a que nuestro escenario principal no contempla ese resultado, no podemos obviar que constituye un riesgo -extremo- contra el que preferimos estar protegidos.
Como en el caso de la victoria de los detractores de la Unión Europea en el referéndum británico, la primera clase de activos que podría verse afectada por el voto populista en Francia sería el euro. Por el contrario, más allá de la brusca caída inicial, las empresas y los sectores exportadores podrían beneficiarse de la depreciación de la moneda.
En este escenario, el sector bancario sería el más afectado a consecuencia de los riesgos para la estabilidad financiera. Por ello, hemos cubierto una parte de la exposición a la renta variable europea a través de opciones sobre el Euro Stoxx 50, un índice que reúne a 50 multinacionales de la zona euro. A modo de comparación, el sector financiero representa más del 22% del índice europeo frente a tan solo el 15% del índice estadounidense S&P 500. Este último está, en efecto, más expuesto al sector tecnológico, con un 22%, frente al 7% de Europa.
En paralelo, en Estados Unidos los debates en torno al techo de la deuda se reanudarán próximamente y podrían traer consigo cierta volatilidad en los mercados. Este techo se reinstauró el pasado 16 de marzo después de haber estado suspendido en 2015. Desde entonces, el Tesoro estadounidense ha vuelto a recurrir a “medidas extraordinarias” para financiar sus gastos. Esta política podría durar hasta el otoño.
Vemos pues, que la tendencia positiva que se ha dado durante el primer trimestre para la renta variable, a grandes rasgos, seguirá dándose hasta 2019. Pero no desaparecerán los picos de volatilidad. Nuestra recomendación a los inversores es apostar rotundamente por la gestión activa, con una buena selección de valores, y por una estrategia a largo plazo.
Raimundo Martín es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.