Después de varios años de pronósticos errados en torno al nivel de la tasa de 10 años vaticinados por los principales agentes del mercado, el inversor no tiene confianza en las proyecciones que estos mismos agentes realizan para 2017.
Dado el alto nivel de incertidumbre que presentan los mercados en torno a este tema, creemos que cada uno debería evaluar sus expectativas de retorno y tener muy claros los riesgos que se corren con los diferentes instrumentos de inversión en sus portafolios.
Una de las cosas que más preocupa a los inversores es perder capital, y por la misma razón nosotros estamos preocupados por las duraciones de los portafolios. El año 2016 comenzó con el bono del Tesoro de 10 años rindiendo 2,24%, pasando a niveles de 1,35% en julio para terminar el año en 2,45%. La misma suerte corrieron los retornos en los portafolios de la renta fija.
Durante el mes de diciembre 2016 el equipo de LATAM ConsulltUS ha trabajado en la selección de fondos mutuos y bonos individuales para actualizar nuestros listados de “Top Recommendations” de cara al 2017 y uno de los aspectos más difíciles de la tarea, ha sido justamente, lograr armar portafolios con retornos que superen las duraciones.
En las estrategias de inversión de LATAM ConsultUS hemos incluido fondos mutuos de renta fija con mandatos «unconstrained», totalmente flexibles, para delegar el manejo de la duración a los diferentes administradores.
Sin embargo, esto requiere un gran trabajo de seguimiento y monitoreo permanente por parte del equipo, revisando en el corto plazo los diferentes posicionamientos tácticos de los fondos mutuos, para identificar posibles solapamientos de riesgos o distribuciones que no se ajusten con nuestra visión del mercado.
Al momento de seleccionar bonos individuales, la mayor dificultad ha sido conseguir «buenos créditos», con potencial de apreciación de capital que estén rindiendo por encima de la duración. El mercado ha extendido los plazos de las deudas más allá de los retornos, volviendo el universo de bonos sumamente sensible a los movimientos en las tasas de interés. Hoy en día los bonos globales tienen un retorno de 1,6% y una duración de 6,93 años. La deuda High Yield tiene un retorno de 5,87% y una duración promedio de 4,23 años, mientras que la deuda emergente rinde 5,04% y su duración es de 5,77 años.
El gráfico a continuación, explica por qué nos ha sido tan difícil encontrar bonos individuales con una buena relación riesgo-retorno. Lo mismo sucede a nivel de fondos mutuos de renta fija, pues el universo de títulos es el mismo. La duración del índice Global Aggregate se ha incrementado considerablemente en los últimos 10 años, mientras que el retorno se ha mantenido en niveles por debajo de la media histórica.
En este sentido, la incorporación de algunos derivados permite cubrir ciertos riesgos; contribuyen a bajar la volatilidad de los portafolios y, por lo tanto, a proteger el capital de nuestros clientes.
Debido a las condiciones actuales de la deuda corporativa y soberana, estamos más positivos en el sector high yield y en el retorno que obtendremos durante el 2017 del mercado accionario frente a la tenencia de bonos individuales. Por esta razón en nuestras estrategias de inversión hemos aumentado la exposición a high yield, renta variable global y a fondos de renta fija unconstrained, con movimientos tácticos y con mandatos muy flexibles.
Opinión de María Camacho, estratega de inversión de LATAM ConsultUS