Hay tres razones fundamentales por la que seguimos siendo positivos con los activos de riesgo y por las que estamos sobreponderados sobre todo en renta variable europea, pero también en renta variable emergente y japonesa:
– El escenario macroeconómico ha mejorado. Los datos muestran que el crecimiento global en términos generales ha repuntado y, lo que es más importante, está ahora más sincronizado. Las políticas de estímulo chinas están dando sus frutos muy por encima de sus límites y sin duda están jugando un papel clave en la resincronización global. Sin embargo, la recuperación económica china está lejos de ser estable dado que está financiada con crédito y los mercados inmobiliarios en las principales ciudades se están volviendo otra vez muy especulativos. Esto significa que deberíamos ser muy cautos con la actual recuperación incluso aunque, a corto plazo, tenemos que tenerla en cuenta en nuestros análisis.
– En otras partes del mundo, las estimaciones de beneficios de los analistas han empezado a estabilizarse después de un período de revisiones a la baja.
– En lo que respecta a los mercados de renta variable, el S&P acumuló más de diez sesiones seguidas a la baja, por lo que el aumento del riesgo propio del periodo previo a las elecciones estadounidenses ya ha sido parcialmente descontado.
Por otra parte, han aumentado las preocupaciones sobre el programa de flexibilización cuantitativa. Por su parte, los bonos gubernamentales tuvieron un mes complicado durante octubre, sobre todo en Europa donde el bono alemán a 10 años subió 25 puntos básicos. Esto se debió a que las presiones deflacionarias a nivel global se debilitaron, en medio de la recuperación de la economía china, pero también tuvo su origen en determinados efectos de base más favorables para la inflación.
Las dudas sobre la sostenibilidad del programa de flexibilización cuantitativa del BCE también lastraron el sentimiento. Varios rumores de mercado desencadenaron esta nueva preocupación. Sin embargo, no creemos que el BCE vaya a empezar a reducir sus estímulos pronto. La inflación es débil y la recuperación en la eurozona está lejos de tener un reparto equitativo. Estas últimas tensiones que hemos visto en los bonos soberanos no son suficientes, según nuestro punto de vista, para que revisemos nuestra (bastante prudente) gestión de la sensibilidad y seguimos concentrando nuestras infraponderaciones en los bonos del tesoro americano.
Columna de Benjamin Melman, director de Asignación de Activos y de Deuda Soberana en Edmond de Rothschild AM (France). El gestor participará en el próximo evento «Alternatives in Fixed Income & Flexible Investing” (alternativas en renta fija e inversión flexible), que tendrá lugar en el Hotel Intercontinental de Madrid el jueves.