Con los bancos centrales de todo el mundo tratando de alcanzar sus objetivos de inflación, el Banco de Japón (BoJ) ha adoptado un nuevo marco de política monetaria denominado «QQE de control de la curva de rendimiento».
Hay dos elementos en esta nueva política. En primer lugar, en lugar del modelo tradicional en el que el banco central fija el tipo a corto plazo, ahora el Banco de Japón tratará de establecer el tipo en la parte de la curva a más largo plazo, deuda a 10 años.
En segundo lugar, el banco central se ha comprometido a mantener la política monetaria sin cambios hasta que la inflación haya sobrepasado la meta de inflación, situada en el 2%. Con esto, se ha abandonado el objetivo explícito de expansión de la base monetaria en 80 billones de yenes al año, pero en cambio dice que adoptará un enfoque flexible.
La política está diseñada para cambiar las expectativas de inflación, ayudar a que los bancos sigan siendo rentables a través de una curva de rendimiento más pronunciada y tratar de abordar el problema de la escasez de bonos del gobierno japonés.
Aunque el gobernador Haruhiko Kuroda ha puesto en marcha una política para ayudar a los bancos, desde Old Mutual Global Investors dudamos que esto vaya a dar lugar a un rápido ajuste en las expectativas de inflación. Para nosotros, se trata más bien de la adopción de una política monetaria que permite que el Banco de Japón seguir haciendo lo mismo durante más tiempo, ya que espera la política monetaria requerirá un menor número de compras de bonos. El propio Banco Central admite que «es incierto que vaya a producirse un nuevo aumento de las expectativas de inflación».
El Banco de Japón está tratando de mantener una política monetaria expansiva al tiempo que trata de mitigar los efectos negativos de las compras de activos excesivas.
¿Qué significa esto?
Es un tapering, pero la compra de activos ya no es la variable independiente en la combinación de políticas. Es poco probable que la liquidez siga aumentando al ritmo actual, por lo que la ‘cazar se ha vuelto menos atractiva. El anuncio del Banco de Japón, que tiene como objetivo los bonos a 10 años debería suprimir la volatilidad curva de rendimiento local, pero podría conducir a la inestabilidad en otros mercados y clases de activos.
Los bancos japoneses terminaron la jornada del anuncio con subidas por encima del 7%, mientras que el yen caía un 0,4% frente al dólar. Los movimientos en otros mercados de bonos fueron escasos.
Nicholas Wall es co-manager del Old Mutual Global Strategic Bond Fund.