En la reunión de Jackson Hole del pasado 25-27 de agosto, la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, más allá de confirmar que la probabilidad de una posible subida de tipos se había fortalecido, estableció un nuevo camino y sugirió que el Comité Federal de Mercado Abierto estaba en general satisfecho con su estrategia de normalización de las tasas de interés, los instrumentos de política monetaria disponibles para combatir las recesiones futuras y el marco general de las políticas puestas en marcha. Desde BNP Paribas Investment Partners encontramos este mensaje un tanto desalentador.
Teniendo en cuenta el limitado margen de maniobra con el que cuenta el FOMC para recortar los tipos a corto plazo, el difícil equilibrio de las políticas monetarias y los probables desafíos que suponen las compras de activos y el forward guidance, habíamos esperado ver alguna evidencia de una mayor apertura al cambio. En general, nos quedamos con una sensación de «business as usual». Si este es el caso, implica que la Fed podría no estar preparada para hacer frente a otra recesión.
¿Qué mensajes podemos deducir de las declaraciones de Yellen? ¿Qué podemos decir sobre el enfoque global de la normalización de la política?
Es bastante probable que veamos una subida de los tipos de interés este año
Los datos han evolucionado desde las cifras sorprendentemente débiles de las nóminas de mayo de una forma consistente con las expectativas del Comité de un crecimiento moderado, el continuo fortalecimiento del mercado laboral y la firmeza gradual de la inflación. A la luz de esto, Yellen cree que «el caso para un aumento de los tipos de interés se ha fortalecido en los últimos meses». Ya habíamos asignado una probabilidad del 75% a un aumento de los tipos estos años, por lo que los comentarios de Yellen no son particularmente sorprendentes.
La política de tipos neutral todavía tiene como objetivo una inflación del 2%
En general, encontramos esto decepcionante. Vemos razones de peso para que el Comité espere antes de subir los tipos de interés, al menos hasta que haya evidencias más convincentes de que la inflación se mueve hacia niveles consistentes con el mandato del organismo. Como confirmaron los datos de inflación de los consumidores de julio, esto no está pasando ahora mismo.
Gráfico: Gastos personales de los consumidores, excluyendo alimentación y energía
Tipos de interés reales
Teniendo en cuenta las proyecciones económicas publicadas en junio, el Comité estima que, de media, los tipos de interés a largo plazo podrían situarse en el 3%, o 1% en términos reales. Sin embargo, tanto en su rueda de prensa de junio como otra vez en Jackson Hole, Yellen sugirió que la tasa de política real podría no elevarse por encima de su nivel actual cercano a cero durante muchos años.
La compra de activos y el forward guidance ya no son convencionales
Con un equilibro en la política monetaria persistentemente bajo y la continua aversión a llevar los tipos a territorio negativo, el FOMC tendrá un margen de maniobra limitado para flexibilizar la política a través de recortes de tipos, incluso si tiene éxito en aumentar los tipos antes de la próxima recesión. Las compras de activos (que posiblemente incluyen una amplia gama de instrumentos del mercado financiero) y el forward guidance seguirán siendo los instrumentos esenciales de la política monetaria.
Cauto optimismo sobre la eficacia de la compra de activos y el forward guidance
En general, Yellen utilizó un tono optimista para referirse a la capacidad de la Fed para proporcionar futuros estímulos económicos, en gran medida a través de la compra de activos y el forward guidance, pese a resaltar que las simulaciones de distintas políticas demuestran que estas herramientas pueden proporcionar mejores resultados para el empleo y la inflación que recortando los tipos hasta territorio negativo.
Es poco probable que cambie el marco de política a más largo plazo
Hace dos semanas, el presidente del Banco de la Reserva Federal de San Francisco creó un gran revuelo al sugerir posibles cambios en el marco normativo del FOMC que incluyan un objetivo de inflación más alto. Yellen reconoció que estas ideas deberían ser analizadas, pero hizo hincapié en que el Comité no está considerando activamente tales cambios. Por lo tanto, a falta de una recesión, vemos poco margen para un replanteamiento significativo del marco de las políticas monetarias.
Encontramos esto, como mínimo, decepcionante. En un entorno donde la política monetaria está todavía cerca del límite inferior efectivo y la tasa neutral sigue deprimida significativamente en términos históricos, desde una perspectiva de gestión de riesgos el Comité tiene la responsabilidad de examinar cuidadosamente los posibles cambios en su marco operativo que podría ofrecer mejores resultados para impulsar el crecimiento y la inflación cuando la llegue la próxima recesión.
Steven Friedman es estratega senior en BNP Paribas Investment Partners.