¡Oh, la volatilidad! Después de haber alcanzado su punto máximo en abril del año pasado y haber descendido de nuevo a mediados de año y a principio de 2016, Asia vuelve a repuntar. ¿Qué está pasando?
La respuesta corta y más honesta es «no sé exactamente». Pero estoy dispuesto a aventurar una respuesta. Por supuesto, todavía hay roces dentro de la economía china, especialmente en el sector de las materias primas y algunos sectores industriales. El sudeste asiático sufre una desaceleración del ciclo de crédito y presión en sus divisas, mientras Australia sufre el impacto de la desaceleración de la demanda de mineral de hierro y otras materias primas y la India se atasca con el yugo de la burocracia. En toda la región, los márgenes han estado cayendo en los últimos cuatro años, pero cuando uno pone todos estos factores bajo el microscopio, todos parecen menos graves de lo que sugieren.
Sobre la deuda china, me encuentro pensando, «bueno, desde luego que los niveles de deuda son altos y han estado creciendo rápidamente, incluso demasiado rápido. Por otro lado, los niveles de ahorro son altos y la base de depósitos ha estado creciendo rápidamente«. Cuando miro a los problemas con las materias primas, siempre tengo en cuenta el componente cíclico que hay implícito. Pero incluso si detrás hay una razón estructural para las caídas, sé que no es necesario invertir allí. También creo que las economías de Asia reciben del sector de consumo doméstico y del de servicios un impulso mayor del que se le adjudica.
En lo que respecta a las preocupaciones sobre la burocracia en India, mi reacción es: «Ya sabíamos todo esto. Los buenos negocios pueden funcionar incluso pese a los problemas con la burocracia. La India tiene potencial para cambiar las cosas. ¿Estamos depositando demasiada esperanza en que los políticos tengan éxito? Tal vez. Sin embargo, los mercados tienden a ser razonablemente buenos prediciendo las probabilidades. Existe una brecha entre las expectativas y la realidad, pero ¿quién sabe cómo se cerrará esa brecha? En cuanto a los márgenes de las empresas, están mostrando signos de estabilización y las valoraciones son razonables. Pero, sin duda, la debilidad del mercado se justifica por la mala evolución de los resultados de algunos sectores durante el año pasado.
Todavía creo que los bancos centrales asiáticos están impulsando los mercados en este momento. Y sigue habiendo mucha incertidumbre en torno a la política monetaria. Empecemos con la Reserva Federal. Desde hace casi tres años ha estado endureciendo su política monetaria, incluso antes de la subida de tipos en diciembre. El mercado está preocupado de que ya lo haya hecho demasiado y yo estoy tentado de estar de acuerdo. Sin embargo, la Fed puede estar pensando en que va a haber una inflación creciente y una mejora en el mercado laboral como prueba de que sus medidas podrían estar dando resultados. Veremos qué pasa, pero las medidas transitan al filo de la navaja, como le sucede a casi todos los bancos centrales que han elevado los tipos de interés en los últimos años y que han tenido que dar marcha atrás.
Mientras tanto, el Banco Central Europeo mantiene su reputación como una institución políticamente paralizada con un sesgo hacia el dinero duro. Teniendo en cuenta todo esto, la desaceleración de las tasas de crecimiento nominales en Asia han sido significativas: en los últimos cuatro años, según datos del Fondo Monetario Internacional, el crecimiento nominal del PIB (en términos de dólares estadounidenses) en Asia Pacífico ha caído del 14,8% en 2011 al 1,2% que registra en la actualidad. En China, la desaceleración durante este período fue del 24,1% al 9,9% y en India del 7,9 al 6,4%. En Japón, se redujo del 7,5% al -10,6%.
Eneste entorno, ¿no es de extrañar que los márgenes se estén deteriorando y el comportamiento del mercado sea débil?
Pero los bancos centrales de Asia están luchando contra la escasez de dinero. Más notablemente Japón. Sí, ha impactado en las divisas ta y como podemos ver en las cifras del PIB (en términos de dólares estadounidenses) citados anteriormente, pero también vemos una buena evolución, no sólo de los exportadores, sino también de las empresas nacionales con mayor apalancamiento operativo. También China está tratando de apoyarse en la Fed. Es sólo que el mercado ha reaccionado de manera muy violenta a cualquier sugerencia de que el renminbi podrían devaluado frente al dólar de EE.UU. Y a pesar de su repunte frente a otras monedas mundiales y su relativa estabilidad frente al dólar, las exportaciones de China siguen ganando cuota de mercado.
¿No nos deja esto en manos dela Fed? Si los bancos centrales de Asia están limitados en cuanto a la forma en la que pueden actuar porque todavía reciben órdenes de Estados Unidos, creemos que recientemente se ha producido una relajación en la postura de la Fed y sospechamos que esto es lo que está detrás del repunte en los mercados.
Ah, la volatilidad! También entiendo que va en ambas direcciones: arriba y abajo. Y veo estabilizadores en este contexto que me impiden ser demasiado pesimista: las valoraciones, las acciones de los bancos centrales, las fluctuaciones de las divisas y los estímulos fiscales. Todos estos juegan un papel importante a la hora de mantener una demanda estable y dejar el trabajo a largo plazo a los motores de crecimiento de la región. Por lo tanto, mantengo sigo prestando toda mi atención a los bancos centrales en estos días. En su mayor parte, sin embargo, seguimos centrándonos en empresas con un fuerte crecimiento a largo plazo. El reto para los gestores sigue siendo identificar esas compañías. Todavía creemos que los inversores se beneficiarán siendo pacientes a la hora de invertir en Asia.
Robert J. Horrocks es director de inversiones en Matthews Asia.