Los marineros y los montañeros lo saben bien: el tiempo puede variar de repente y convertir un agradable viaje familiar en un peligroso desafío. El 2015 comenzó como un año bonito, bendecido por los esfuerzos simultáneos de hasta 14 bancos centrales para reactivar sus economías, liderados por el Banco de Japón y el Banco Central Europeo. La foto familiar a 31 de marzo era idílica: tanto la renta fija como la renta variable registraban ganancias durante el primer trimestre. Tras repuntar un 22% las bolsas europeas por fin alcanzaron el nivel de las de Estados Unidos, mientras que las asiáticas registraban también avances de doble dígito, con China y Japón a la cabeza.
Entonces, llegaron las nubes de tormenta. Después de haber tocado fondo en los 7 puntos básicos el 20 de abril, la rentabilidad del bund alemán a 10 años se elevó inesperadamente a 98 puntos básicos en tan sólo un mes y medio, generando una pérdida de valor sin precedentes del 8,3%. Tan pronto como los mercados de bonos se estabilizaron, el drama de Grexit volvió a rondar a los inversores y los políticos, aunque estas nubes se disiparían con el tiempo. Sin embargo, fue un alivio a corto plazo. Las preocupaciones sobre el régimen del tipo de cambio de China y la incertidumbre sobre la postura de la Fed provocaron en agosto movimientos sin precedentes en las bolsas.
Hay debilidades en los fundamentales que justifican el nerviosismo del mercado. La recuperación económica en Europa y en Japón es débil, los grandes mercados emergentes que van desde Brasil a China, pasando por Rusia están experimentando severos riesgos de desaceleración del crecimiento y la deflación siguen siendo significativa en todos los ámbitos. Mientras tanto, la Reserva Federal, tarde o temprano tiene que revertir una política acomodaticia sin precedentes en la historia. La valoración de las bolsas estadounidenses apuntan a niveles históricamente caros.
Dicho esto, nos parece que, a medio plazo, la evolución positiva de la recuperación de Estados Unidos será mayor que las consecuencias negativas de lo anterior. En general, es probable que la economía mundial se vea respaldada por las buenas condiciones del crecimiento estadounidense. Sin embargo, la desaceleración constante del crecimiento en los mercados emergentes implica que la demanda agregada probablemente permanecerá deprimida. En este entorno seguimos prefiriendo las bolsas europeas y japonesas. Su valoración sigue siendo atractiva en términos relativos y el impulso reciente visto en los beneficios empresariales han dado apoyo. En lo que respecta a la renta fija mantenemos una postura neutral: el entorno de bajo crecimiento y los temores de deflación respaldan este activo pero las valoraciones son caras.
Precisamente porque existen malos momentos, las inversiones a largo plazo tienen una prima. Si nuestro escenario es correcto, es probable que los mercados sigan integrando el valor generado por el crecimiento de la economía global de una manera inquietante.
Más que nunca creemos que la combinación de estrategias de presupuesto de riesgo con alfa puede ofrecer retornos en el largo plazo. La combinación de estrategias de presupuesto de riesgo genera una sólida rentabilidad ajustada al riesgo. Aparte de esto las carteras diversificadas de los hedge fund contribuyen a suavizar el cambio. Revisemos porqué:
Estrategias alpha
Las estrategias de los hedge funds han demostrado ser muy resistentes este año. Las de Risk Arbitrage y Event Driven han sufrido, pero la mayoría de los managers de renta variable Long/Short o Global Macro han logrado suavizar la crisis global. A fines de septiembre, el índice Lyxor L/S Equity Broad sube un 1% en lo que va de año, mientras que los índices bursátiles mundiales han bajado casi un 10%. El fondo de fondos HFR seguía en niveles positivos a final del mes de agosto, aunque es probable que en septiembre vuelva a territorio negativo. Hasta entonces, algunos fondos de hedge funds estaban arrojando resultados positivos, algunos de ellos por encima del 2%, una cifra bastante notable en este entorno.
Las estrategias alpha han estado bajo presión en los rally de los 6 últimos años de mercado. Pero en el transcurso de 2015, los inversores han asignado cada vez más activos a esos fondos debido a que los tradicionales fondos long-only empezaron a ser menos atractivos en términos relativos. Curiosamente, las entradas de capital en las alternativas líquidas en 2015 están alcanzando niveles récord en Europa, con 50.000 millones de euros entre enero y agosto de este año.
Estrategias risk budgeting
El caso a corto plazo para las estrategias que presupuestan el riesgo es más complicado y se han visto criticados recientemente por dos razones:
- por su contribución a los movimientos bajistas del mercado
- por sus resultados decepcionantes.
Ciertamente las estrategias basadas en presupuesto del riesgo pueden conducir al manager a vender, a pesar de tener una actitud positiva en el mercado. Pero esto es como reducir la superficie de la vela de un barco cuando se levanta viento. Podría resultar costoso si el viento vuelve a caer, pero también puede evitar una situación muy difícil si se levanta viento de nuevo.
El índice VIX se disparó brutalmente del 13% del 17 de agosto al 41%, el 24 de agosto y algunas personas estiman que las estrategias basadas en presupuesto del riesgo cortaron inmediatamente sus posiciones en la misma proporción (por 3), empeorando por tanto, la venta masiva. En nuestra opinión, esto es muy exagerado.
En primer lugar, lo peor de la venta masiva ocurrió en China, donde el enfoque de inversión de presupuesto del riesgo simplemente no existe. En segundo lugar, si la mayoría de los managers de este enfoque utilizan la volatilidad como un proxy para el riesgo, lo habitual es utilizar la serie de datos de volatilidad histórica en el periodo de 3 meses a un año y no el VIX.
En lo que se refiere a su trayectoria, las estrategias de presupuesto de riesgos no pueden escapar a las ventas masivas del mercado sobre todo cuando son long-only. Dicho esto, la mayoría de ellas generan una rentabilidad por encima de los fondos mixtos tradicionales, ya que reducen gradualmente su exposición, siempre y cuando el riesgo de mercado esté aumentando.
Además de eso, deberían tenerse en cuenta las notables propiedades a largo plazo de estas estrategias. AQR Asness, Frazzini y Pedersen (2012) publicaron una simulación muy a largo plazo de una estrategia típica de paridad de riesgo en un artículo en el Journal Financial Analyst.
Curiosamente, estas simulaciones demostraron que no sólo las estrategias de paridad de riesgo llevan haciendolo muy bien desde el año 1980, sino que también habrían sido bastante elásticas entre 1930 y 1980. Se pueden encontrar resultados similares en muchos libros de texto.
Incluso sino lo hace de una manera sistemática, sin duda recomendaría pensar en términos de asignación de riesgos más que en términos de asignación de dólares ya que este enfoque ha demostrado ser y probablemente siga siendo mucho más eficiente.
Nicolas Gaussel es CIO de Lyxor Asset Management y miembro del comité ejecutivo de la firma, en la que empezó a trabajar en 2009.