En un momento del ciclo económico en el que la labor de los bancos centrales ha cobrado más protagonismo que nunca, la política monetaria que desarrolla la Reserva Federal es de máximo interés para todos. No solo para los americanos. Y es que dicen que «cuando EE.UU. estornuda, el mundo se resfría».
En cualquier caso, la economía EE.UU. no está precisamente resfriada. Más bien todo lo contrario. Es por ello que cada vez se habla más de cuándo se producirá una subida en los tipos de interés, que llevan en mínimos desde 2008. Este sería un paso que daría por finalizada la política expansiva que se vio obligada a implantar la Fed cuando comenzó la crisis.
Al igual que el BCE ha lanzado ahora un plan de compra de bonos, la Fed llevaba desde hace años aplicándolo. El tercero de estos planes de estímulo (QE3) se dio por concluido el pasado mes de octubre, momento desde el cual se dejó abierta la subida de tipos.
¿Cuáles son las razones por las que todavía no lo ha hecho?
Para comprenderlo, primero resumamos los efectos que hipotéticamente acarrea un incremento de los tipos de interés en una economía:
En la inflación: ↓
En las acciones: ↓
En la rentabilidad de los bonos: ↑
En los tipos interbancarios: ↑
En el riesgo de burbujas:↓
En la divisa:↑
Conociendo las consecuencias que tendría, pasemos a analizar los motivos por los que está aplazando la decisión:
1. La inflación. Debido principalmente a la caída de los precios del petróleo, tenemos que el IPC de EE.UU. se encuentra en terreno negativo: -0,2%.
2. Los salarios. Aunque la tasa de paro se sitúe en un nivel bastante bajo (5,4%), el crecimiento de los salarios no es todo lo bueno que le gustaría a la Fed.
3. El PIB. El retroceso de la economía en el primer trimestre (-0,7%) se explica principalmente por las malas condiciones climatológicas, por lo que parece transitorio. No obstante, el dato es bastante flojo.
4. El dólar. Se ha revalorizado fuertemente frente al resto de divisas. Esto es un problema para las exportaciones del país (ya que sus productos son menos competitivos) y para las multinacionales americanas con negocios en el exterior (ya que los beneficios en divisa local traducidos a dólares, son inferiores).
5. El efecto riqueza. Con una economía muy dependiente del consumo interno (que supone cerca del 70% del PIB), hay un riesgo de que se pruduzca una caída en las valoraciones de los bonos y las acciones, que tendría como consecuencia una caída del consumo.
Félix López se encarga del Desarrollo de contenidos, productos y servicios en el Departamento de Marketing de Self Bank.