Vaya noche la del domingo para el Partido Conservador. Recibieron más votos de los esperados y se quedarán en Downing Street para gobernar, gracias a la pequeña mayoría que parecen haber logrado. Hay muchas comparaciones con 1992: David Cameron es el nuevo John Major, ¡el hombre que confundió a las encuestas!
Para los mercados, la elección fue “el perro que no ladró”. Se ha evitado la incertidumbre a corto plazo y han disminuido los vientos en contra del crecimiento causados por la incertidumbre electoral. Las acciones han subido un tanto y la libra se ha recuperado. A largo plazo, parece poco probable que los mercados impulsen mucho más estos movimientos. La probabilidad de una nueva ronda de austeridad posiblemente implique menos crecimiento y una combinación diferente de políticas que solo en el pasado parecía probable. Un crecimiento más lento podría disminuir el ánimo en el mercado de valores, mientras que una presión menos alcista en las tasas de interés podría mantener el valor de la libra.
Nuevos retos
Políticamente, aún existe la posibilidad de nuevos retos en las próximas semanas y meses. El fracaso de los conservadores en ganar más convincentemente significa que el trabajo el gobierno se verá reducido. Después de las elecciones de 2010, el gobierno de coalición ocupó 364 escaños. El gobierno conservador tendrá suerte si obtiene 329, cuando técnicamente 326 escaños es mayoría (datos/pronósticos de la BBC). La debilidad de los laboristas puede ayudar a los conservadores, pero no lo hará la astucia del Partido Nacionalista Escocés. Además, los problemas que surgen dentro del partido conservador pueden ser un desafío para un gobierno eficaz.
John Major tenía una plataforma mucho más estable que Cameron después de la encuesta de 1992, pero tuvo problemas para gobernar de manera convincente. «En el gobierno, pero no en el poder», fue la opinión de Norman Lamont, uno de los ministros de Major. Major que luchó para hacer frente a los rebeldes y traidores de su propio partido. Puede que los conservadores repitan esa experiencia en los próximos años, sobre todo, cuando la generación actual de escépticos en del euro tratan de alcanzar su objetivo principal de salir de la Unión Europea (UE). El hecho de que David Cameron ya haya anunciado que va a retirarse en el próximo parlamento probablemente disminuya su autoridad y aumente la probabilidad comportamientos problemáticos en su propio partido.
¿El último primer ministro?
El segundo reto al que se enfrenta el gobierno y el país después de las elecciones es qué hacer con Escocia. El desastre sufrido por los laboristas al norte de la frontera significa que los laboristas, al igual que los conservadores, ya no son un partido nacional. Los nacionalistas son los grandes ganadores en cuanto a escaños, pero debido a que los laboristas no han podido hacerlo mejor en Inglaterra, no tienen un programa para influir en lo que sucede en el gobierno. Esto es lo que han recibido por la ira y la frustración en Escocia. Si esta respuesta visceral es animada por los nacionalistas o mitigada por los conservadores, podría ser muy importante para la estabilidad del gobierno y del país. Se podría imaginar que los nacionalistas aprovecharán al máximo la oportunidad que han ganado. El cisma escocés es real. ¿Podría ser David Cameron el último primer ministro del Reino Unido?
El tercer y posiblemente más importante reto para el nuevo gobierno es Europa. Los líderes empresariales han expresado sus preocupaciones sobre los peligros del ‘Brexit’, y bajo diferentes circunstancias se podría esperar de los conservadores, el partido del negocio, escuchen sus gritos. Pero estos no son tiempos «normales», y Cameron está obligado a convocar un referéndum sobre si seguir siendo miembro de la UE o, posiblemente, salir de ella. La cuenta atrás no comenzará hoy, pero lo hará en algún momento: si pareciera que Cameron no acepta el voto de permanecer en la UE, los mercados se asustarán.
Las sonrisas se desvanecen
A través del prisma de la política de partidos, fue una buena noche para los conservadores. Pero los desafíos para realizar un gobierno eficaz, manteniendo Escocia en la Unión y tratando con una cuestión europea que ha dividido al partido conservador durante los últimos 30 años, pronto podrían ver que las sonrisas se desvanecen. Si eso no es suficiente para preocuparse, las demandas de reforma electoral tendrán lugar constantemente una vez que los partidos de la oposición se hayan quitado el polvo. Hoy Cameron se parece a John Major. Debe de estar esperando que la gente no diga lo mismo dentro de cinco años.
Bill McQuaker lidera el equipo Multiactivo de Henderson junto con Paul O’Connor.