La baja rentabilidad del “cash” (liquidez, depósitos, bonos a corto…) ha conseguido que los inversores se sientan atrapados en un mundo donde la percepción del riesgo se ha difuminado.
Algunos inversores compran desesperadamente por seguridad. Y están dispuestos a obtener una rentabilidad negativa! Algo jamás visto.
Otros inversores han pasado de invertir en depósitos remunerados a buenas tasas en bancos “técnicamente quebrados” hace un par de años a buscar cualquier tipo de producto. Muchos compran productos ‘sorpresa’ como estructurados o fondos de retorno absoluto que no sabes exactamente la rentabilidad que puedes esperar. Otros asumen más riesgo del que “toca”, comprando fondos mixtos o de renta variable con tal de ganar dinero. Vamos, una locura.
Todo apunta que la masiva intervención de los bancos centrales y el impacto real sobre el mercado financiero mundial está creando una nueva mega burbuja. Todos somos conscientes de que ya estamos inmersos en ella aunque muy pocos están dispuestos a bajarse mientras suena la música.
Como toda burbuja acabará explotando pero nadie sabe cuándo ni cómo. Como siempre, acabará con inversores sufriendo por culpa de haber comprado un producto sin conocer bien lo que tiene, por estar mal explicado o por asumir más riesgo.
Recomiendo invertir en activos transparentes, en inversiones directas, en fondos que se sepa y que se entienda en lo que invierten. ¿Sabías que puedes cambiar tu depósito del Santander a 3 meses con una rentabilidad del 0,30% por una deuda del mismo emisor al 5%? Todo es cuestión de tener claro el objetivo de inversión y saber en qué invertimos nuestro dinero. Para eso, estar bien asesorado es fundamental.