Los mercados mundiales de renta variable siguieron muy animados en febrero y el índice MSCI World arrojó una rentabilidad total del 5,9% en dólares durante ese periodo. En Estados Unidos, el índice S&P 500 superó una serie de máximos (pese a que cedió algo de terreno con posterioridad en marzo), al tiempo que en el Reino Unido el FTSE 1000 pulverizó al fin su previo máximo histórico al cierre situado en los 6.930 puntos (establecido a finales de 1999) y acabó el mes en 6.946,7. Las acciones europeas, japonesas, asiáticas y de mercados emergentes también se anotaron un fuerte avance en moneda local.
A diferencia de la solidez mostrada por los mercados de renta variable, la deuda pública de Estados Unidos y del Reino Unido atravesó un mes complicado, y los rendimientos de los títulos del Tesoro estadounidense a 10 años de referencia repuntaron desde el 1,64% registrado a finales de enero hasta el 1,99% de finales de febrero. El mercado general de gilts británicos registró un rentabilidad total negativa en libras esterlinas del 4,2%, y los gilts a largo plazo manifestaron un comportamiento bastante deslucido (-7,6%). La renta fija de los países centrales europeos se reveló en gran medida inmune a estas fluctuaciones, y el rendimiento del bund a 10 años concluyó el mes en el 0,3%. En el momento en el que se ha redactado este documento, los rendimientos de varios bonos soberanos europeos a corto plazo se sitúan en terreno negativo, y la deuda pública suiza brinda rendimientos negativos hasta en los títulos a 10 años.
Valoraciones en niveles muy exigentes
En los mercados de renta variable, mostramos una actitud optimista en todas las principales regiones salvo en Estados Unidos, en donde mantenemos una ponderación neutral en nuestro modelo de asignación de activos, y en los mercados emergentes, ámbito geográfico en el que seguimos infraponderados. En nuestra opinión, no cabe duda de que Estados Unidos es la economía más robusta de las del mundo desarrollado, y alberga un abanico de líderes mundiales de diversos sectores. Además, seguimos detectando oportunidades interesantes a largo plazo en ciertos valores en áreas con un atractivo potencial de crecimiento, como la inmunología. Ahora bien, en lo referente al mercado general, las valoraciones no revisten tanto interés y seguimos pensando que la apreciación del dólar podría suponer un obstáculo para las multinacionales estadounidenses.
La renta variable de mercados emergentes cotiza con un descuento considerable frente a los mercados desarrollados, y existen buenas oportunidades en los países que se benefician del abaratamiento del petróleo, cuyos gobiernos se han comprometido a implementar reformas favorables para las empresas. Por desgracia, los mercados emergentes exportadores de commodities como Brasil siguen viéndose sometidos a presión y, de igual forma, el bajo precio del petróleo supone un quebradero de cabeza para varios exportadores de oro negro de mercados emergentes que incide de forma negativa en sus respectivas divisas.
En Asia, exceptuando Japón, las valoraciones son atractivas con respecto a otros mercados y en la nación nipona esperamos que la depreciación del yen impulse considerablemente los beneficios empresariales este año. La renta variable británica ha sido la protagonista de algunas de nuestras reuniones sobre asignación de activos durante el mes pasado, y pese a la revalorización generalizada del mercado, nuestro equipo en el Reino Unido sigue identificando compañías comprometidas con catapultar la rentabilidad para los accionistas. Dicha nación sigue siendo objetivo de operaciones de fusiones y adquisiciones, debido a la relativa facilidad del proceso de adquisición, y el elevado rendimiento por dividendo del mercado sigue siendo interesante en un contexto global.
En los mercados de renta fija, percibimos una desconexión creciente entre, por una parte, Estados Unidos y el Reino Unido, mercados en los que los rendimientos deberían moverse al alza, y, por otra, Europa, donde el BCE empezó a intervenir en los mercados secundarios el 9 de marzo. Anteriores episodios de expansión cuantitativa han constituido ejemplos de «compra el rumor, vende el hecho» en lo concerniente a los mercados de tipos, si bien creemos que, a escala europea, la enorme magnitud de las compras por parte del BCE resultará positiva para los mercados desde este instante. Esto parece verse sustentado por el movimiento de los precios; en el momento en que redacto este documento, los rendimientos del bund a 10 años han seguido descendiendo hasta situarse en solo el 0,2%.