Me causó gran curiosidad (y algo de preocupación) el dato más reciente sobre flujos de inversión de portafolio en el mundo emergente, especialmente para los intereses de América Latina: al corte del miércoles 11 de marzo, de fondos de acciones emergentes habían salido, en el año corrido, 8,8 billones de dólares, que no parece una cifra muy relevante, salvo cuando se compara con los cerca de 17 billones de dólares que salieron en 2013 (recuerdan la alocución de Bernanke el 22 de mayo y lo que vino después para los activos emergentes) o los 24 billones que lo hicieron en 2014. De seguir esta tendencia, y unos órdenes de magnitud similares, en todo 2015 podrían salir más de 30 billones de dólares, con las consecuencias que esto tendría sobre el desempeño de este tipo de activos.
América Latina, por sí sola, tiene una historia similar: se han ido este año 2,1 billones de dólares, que se comparan con los 5,6 billones idos el año anterior o los cerca de 9 billones que se fueron en 2013. De forma clara, LatAm fue una región mucho más castigada hace dos años por la expectativa de finalización de estímulo monetario por parte de la FED, y este año ya los flujos de salida van siendo más moderados. Claro está que se debe tener en cuenta algo: salen menos flujos absolutos pero de un agregado ya castigado los dos años previos, por los cuales proporcionalmente, puede ser un efecto muy grande.
Los bonos, aunque también han registrado salidas, son mucho menos castigados que las acciones. Es claro que en momentos de incertidumbre, la teoría de que uno de los activos que tienen mayor percepción de riesgo, y por ende mayor volatilidad en el mundo, son las acciones de países emergentes; se cumple a cabalidad. Los flujos así lo demuestran y no es problema de precio de bienes básicos, que ha sido la constante de los últimos meses, sino que se demuestra que los inversionistas extranjeros empezaron, incluso con petróleo por encima de 100 dólares, a salir hacia otros activos y otras latitudes.
En tal sentido, aunque aún sacamos pecho por los indicadores económicos logrados por algunas de nuestras economías en 2013 (porque aún no se conoce todo el detalle de 2014), lo cierto es que los flujos ya nos estaban mostrando desde hace mucho tiempo que las cosas iban a cambiar. Más allá de que el cuento reciente es la subida de tasas por parte de la FED, debemos recordar que las acciones anticipan lo que va a pasar con la economía —de paso, para decir nuevamente que el analista que explique comportamiento de acciones por un dato de PIB anterior, está perdido—. Y lo que parecen estar anticipando es que algunos momentos no tan buenos para la economía, podrían estar acercándose.
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