El mercado de renta variable chino fue el que mejores rendimientos ofreció en 2014, al apreciarse el FTSE China A50 Index un increíble 62% en términos de dólares estadounidenses, produciéndose el grueso de esta ganancia en el último trimestre del año. La mayor demanda de renta variable china ha venido inducida en parte por iniciativas recientes que han permitido la apertura del mercado bursátil chino a inversores extranjeros. Este rápido crecimiento puede suscitar en algunos inversores la idea de que han podido perderse una oportunidad de inversión. Sin embargo, aunque las acciones A de China no son tan baratas como antaño, creemos que sigue habiendo margen de apreciación en la bolsa china durante los próximos años.
Por qué China
Con unos 1.400 millones de habitantes (o el 20% de la población mundial total), la contribución de China a la economía mundial hace tiempo que es relevante, históricamente por lo que respecta a la oferta, pero más recientemente también a la demanda, debido al mayor equilibrio que presenta su economía entre las exportaciones y el consumo interior. Esto ha permitido el acceso de nuevas industrias en China, además de impulsar el gasto en infraestructuras para respaldar la urbanización. El gobierno acaba de presentar planes para el desarrollo de diversos proyectos de infraestructura por un valor superior a 1 billón de dólares. Actualmente más de la mitad de la población vive en ciudades, lo que supone un drástico aumento respecto al 36% de población a principios del nuevo siglo. El creciente acceso a empleos mejor remunerados ha dado lugar a la creación de una clase media floreciente, lo que a su vez ha estimulado la demanda de una amplia gama de productos de consumo, incluidos los diversos servicios sanitarios y financieros.
Esta evolución es fruto de un plan a largo plazo elaborado por las autoridades chinas para reducir el grado de dependencia de su economía respecto a Occidente y aumentar su capacidad para mantener el crecimiento de forma autónoma. En términos generales, puede decirse que han logrado controlar el crecimiento de la economía china abriendo el grifo cuando se precisan estímulos y cerrándolo cuando la economía alcanza un calentamiento excesivo. El Banco Popular de China recurrió principalmente a la imposición de restricciones en los préstamos otorgados por los bancos locales para regular el crecimiento, aunque también recortó los tipos de interés en noviembre de 2014 y se prevén nuevas medidas, en caso de precisarse estímulos adicionales.
La economía de China se ha expandido a la tasa estimada del 7,2% en términos anualizados, lo que resulta inferior al objetivo del 7,5% fijado por el gobierno, aunque aún conforma un entorno relativamente boyante para las empresas chinas. Sin embargo, hasta hace relativamente poco, la mayoría de inversores extranjeros que deseaban participar en este tipo de empresas estaban limitados a invertir en ellas a través de títulos cotizados en Hong Kong (“acciones H”), una clase de acciones menos numerosa y que no ofrecen tanta exposición al crecimiento interior. La situación no era ideal pero no existía ninguna otra alternativa.
Columna de Leonardo López, director ejecutivo con responsabilidad para los inversores en España, Portugal y Andorra en Source