La utilización de IICs como vehículo de inversión en banca privada ha sido extraordinariamente relevante durante las dos últimas décadas. A día de hoy, un gran número de las carteras tienen exposición a este vehículo y el volumen total invertido representa una parte sustancial del mix de activos.
En la banca privada el proceso de selección de fondos está condicionado por:
a) La relación con un número muy elevado de clientes se articula a través de contratos de gestión o asesoramiento.
b) La práctica mayoría de los clientes son personas físicas y con tratamiento de minorista MiFID.
c) En nuestro caso en particular, la lista de fondos recomendados determina el universo invertible de banqueros y clientes.
Estos factores determinan:
a) Somos responsables ante nuestros clientes de cualquier evento que pueda afectar al vehículo, por lo que puede decirse que nuestra aproximación es defensiva; cualquier cambio en los parámetros ordinarios de actuación de la IIC nos llevará a replantearnos la recomendación.
b) Seleccionaremos producto de entre aquél registrado en CNMV y traspasable.
c) La selección final no está únicamente determinada por factores intrínsecos a las IICs; de nuevo en nuestro caso, la visión del mercado complementa y afecta al resultado final del proceso.
Fases del proceso:
El proceso de selección se inicia con la categorización (proceso de complejidad creciente) de nuestro universo invertible. Sobre estas categorías aplicaremos distintos filtros cuantitativos y ordenaremos, en base a distintas medidas de rentabilidad y riesgo observadas a distintos plazos, las IICs. Lo más relevante de esta fase del proceso es la orientación del mismo a la búsqueda de la consistencia (frente al mercado y frente a sus comparables).
La importancia de esta primera fase es capital en la medida en que orientaremos nuestros mayores esfuerzos en términos de tiempo a las ideas (normalmente 3-4 por categoría) que identifiquemos ahora.
Sobre los resultados del análisis cuantitativo, desarrollaremos la siguiente fase del proceso sobre las más que conocidas tres P’s: People, Process y Performance.
En otras circunstancias nuestro análisis podría terminar aquí, pero la toma en consideración de los tres factores que he apuntado al principio nos lleva a la cuarta P (ya en castellano): Posicionamiento.
Antes de entrar en el posicionamiento y ligado con el mismo no quiero dejar de mencionar la que a día de hoy, más después de los últimos años, consideramos la primera y más importante máxima que deben observar industria/gestora/fondo y, por supuesto, cualquier equipo de selección de fondos: la transparencia.
Una de las principales lecciones que sacamos de los años 2007/2008 fue que un exhaustivo seguimiento y conocimiento de las posiciones e instrumentos empleados en la gestión de los fondos nos permite no sólo entender mejor el producto sino la identificación de las fuentes reales de riesgo. Esta identificación de las fuentes de riesgo es básica no sólo a nivel de selección de producto, será determinante también a la hora de formar carteras.
Creo que es justo destacar el gran avance en términos de transparencia experimentado por la industria en los últimos años, transparencia exigida por otro lado no sólo por los equipos de selección de fondos sino por la clave de todo: el cliente.
Iván Junquera es responsable de Análisis de Producto de Bankia Banca Privada. Se hablará de temas relacionados con la selección de fondos en el próximo evento de iiR