Desde Newton, una de las gestoras especialistas de BNY Mellon, somos conscientes de que poderosas tendencias estructurales obstaculizan el crecimiento económico. Además, la política monetaria extrema en Estados Unidos está creando distorsiones en los mercados que amenazan con desencadenar un nuevo ciclo de auge y caída. Invertir en este contexto requiere de un análisis exhaustivo, por eso, en Newton, organizamos nuestros equipos y decisiones según temas de inversión específicos, para asegurar que gestores y analistas saquen el máximo provecho de las tendencias en constante cambio de los mercados globales.
Las perspectivas de inversión actuales a nivel global son poco alentadoras ya que existen posibles riesgos en el mercado. La primera preocupación tiene que ver con la inflación de activos patrocinada por el estado, que representa la flexibilización cuantitativa (QE). La política monetaria acomodaticia no proporcionará una solución a los considerables retos estructurales presentes en la economía global y al problema de endeudamiento todavía por resolver. Fuera de tiempos de guerra, las economías nunca habían estado tan endeudadas. En Occidente, esta deuda ha financiado principalmente el consumo y los activos ya existentes.
Frente a este trasfondo de mercado potencialmente volátil, los inversores deben mantener expectativas de rentabilidad realistas, por eso es aconsejable plantearse «inversiones refugio» (con características como bajo apalancamiento financiero, flujos de beneficio estables y balances sólidos) capaces de protegerles de la volatilidad de mercado.
Otro de los peligros a los que nos enfrentamos se refiere a que las expectativas se están desviando de la realidad. Nuestra previsión es que la tendencia de crecimiento económico será relativamente más lenta, pero potencialmente más volátil. En un mundo distorsionado por la intervención monetaria y por los efectos dinámicos de la tecnología, es clave intentar comprender qué se invierte y no verse forzado a pagar demasiado.
Además, el panorama global de crédito e inflación es aún preocupante y el mercado podría ser objeto de una fuerte corrección. Sobre este escenario, ciertas características actuales apuntan claramente a la inflación de una nueva burbuja impulsada por el crédito, y dada la magnitud de las medidas estímulo aplicadas recientemente, podría ser de proporciones históricas.
Por otro lado, el enfoque temático de Newton identifica a la «influencia china» como un factor macroeconómico importante, pero las condiciones económicas actuales en el gigante asiático son fuente de preocupación. Desde una perspectiva de inversión, la expansión crediticia china podría entrar en una espiral descontrolada. Algunas de las cifras implicadas son alucinantes, y en algunas áreas de la economía, parece que el control del crédito es virtualmente inexistente.
Por último, a la hora de definir esas expectativas de inversión, hay que tener en cuenta que la plétora de regulaciones sectoriales introducidas desde la crisis financiera ha dejado pasar una oportunidad para implementar reformas efectivas: la idea de que las instituciones son de importancia sistémica (“too big to fail”) ya era poco realista, hemos desaprovechado una oportunidad para cambiar estructuralmente el sistema. No parece que éste sea actualmente mucho más seguro que antes.
Iain Stewart, director de la estrategia Real Return en Newton, parte de BNY Mellon