Una de las aversiones más importantes de los inversionistas es lo que se conoce como Regret Bias Aversion, que en español podría definirse como la aversión al sesgo del remordimiento. El mismo sucede cuando una persona toma una decisión que no sale como esperaba y viene una lamentación por dicha decisión. Mejor hubiera sido no tomarla. Claro, las consecuencias se pueden evaluar posteriormente, pero nadie sabe, antes de decidir algo, si la misma va a ser correcta o no. Esto lleva a que muchos inversionistas se cohíban de tomar una decisión cualquiera, so pena de que la misma no sea la adecuada. Y pesa mucho más el hecho de que los humanos tendemos a lamentarnos más de los efectos negativos que de los positivos. Es decir, cuando pensamos en invertir en X o Y, preferimos no ganar nada a perder algo. Y a eso es a lo que tenemos miedo.
Traigo esto a colación porque éste es un momento propicio en algunos mercados para ver cómo florece la aversión al remordimiento. Todos sabemos que las acciones en USA están en máximos históricos, y también muchos analistas nos muestran que existen elementos de juicio para pensar que en el mediano plazo, los índices accionarios norteamericanos deben seguir incrementándose. Como generalmente lo hacen las acciones en el largo plazo. Pero en el corto plazo la situación no es tan clara, pues desde los niveles actuales el margen de corto plazo (repito para hacer énfasis en esto) es muy reducido. Pueden seguir subiendo, puede que no, la verdad es que nadie lo sabe. Pero un inversionista que entre hoy, podría experimentar correcciones en los próximos meses (hacer énfasis en podría, que no es un término absoluto) y su sentimiento de culpa sería muy alto. Así funcionamos los humanos.
Sin embargo, existen muchos elementos que muestran que quizá diversificar con acciones norteamericanas cualquier portafolio de inversión es beneficioso. Pero muchos inversionistas, que lo saben, podrían haber estado postergando la decisión por el miedo al fracaso de perder algo (o mejor, que se desvalorice algo), dado que se piensa que pueden existir correcciones. Sin embargo, es bien sabido que los beneficios de las acciones y de los portafolios vienen en el largo plazo. Infortunadamente, los inversionistas se sienten mal cuando las cosas en términos de semanas o incluso algunos meses no salen como quieren. Esa aversión al remordimiento es uno de los factores que más influye en las decisiones de inversión y donde hay que trabajar por evitarlo. Recuerde que los mercados y sus sube y baja no dependen de usted.