Desde el mes de marzo, la renta variable emergente se ha revalorizado un 10%. Este rally podría indicar mejores perspectivas de crecimiento y es lo suficientemente fuerte como para revisar nuestro escenario de cauto crecimiento de los mercados emergentes. El nivel de crecimiento medio actual ronda el 5%, un poco más que la mitad del crecimiento de 2010. En nuestro escenario, el crecimiento económico de los mercados emergentes caerá hasta el 4% a principios del 2015. La ralentización del crecimiento viene dada principalmente por tres factores: el deterioro del clima de inversión y la competitiva posición de la mayoría de las economías emergentes, la gradual normalización de las políticas monetarias de los mercados desarrollados y la ralentización del crecimiento en China.
El fortalecimiento de los mercados de renta variable emergente durante los últimos meses puede explicarse por una mejora – o por lo menos una percepción de mejora – de los dos primeros factores, a pesar del deterioro de las perspectivas de crecimiento de China.
El potencial de crecimiento de la mayoría de los mercados emergentes ha caído considerablemente durante los últimos años, debido a un brusco aumento de los salarios y de los tipos de cambio, un mayor rol del gobierno en la economía y una subida de los impuestos y mayor presión regulatoria. De ahí, el claro deterioro de la competitividad y del clima de inversión. Este negativismo se ha visto claramente en Brasil e India. Ha sido el éxito del modelo de crecimiento chino lo que ha confundido a los responsables políticos. Para conseguir ahora una recuperación del potencial de crecimiento se necesita una importante corrección política, muy alejada del modelo intervencionista.
Durante los últimos meses, los inversores han aumentado su esperanza de que las elecciones de este año en India, Indonesia y Brasil las ganen los partidos pro-reformistas. Esto cortaría la tendencia negativa del mundo emergente e impulsaría las perspectivas de crecimiento. De momento, este optimismo sólo se ha confirmado por un positivo resultado en India. En los otros dos países los inversores siguen cruzando los dedos. Es por lo tanto demasiado temprano para asumir una nueva tendencia positiva en el mundo emergente.
EE.UU. ya ha comenzado a normalizar su política monetaria. Dados los razonables datos de crecimiento americano, podemos asumir que el tapering continuará y que a partir del año que viene veremos subidas de tipos. Esto debería ejercer una presión continua sobre los flujos de capital hacia los países emergentes. Sin embargo, ha habido un claro renacimiento del “carry trade” de los mercados emergentes durante los últimos meses. Esto se debe principalmente a las expectativas de que el BCE acentuaría la política monetaria laxa. A estas alturas, los flujos de capital hacia los países emergentes permanecen vulnerables.
Y luego está China. La ralentización del crecimiento continúa. Los datos más recientes del mercado inmobiliario chino indican una fuerte corrección. Esto ejerce más presión sobre el crecimiento económico y aumenta el riesgo de una crisis de sistema. Aún y todo, las perspectivas de la economía china siguen siendo muy tristes. En vista de la importancia de la demanda china para todos los países emergentes, ésta sigue siendo la razón más importante por la que no ser demasiado entusiasta por el reciente rally de los mercados emergentes.
Maarten-Jan Bakku, ING IM