Bien si lo llaman fútbol, soccer, balonpié o «el deporte más hermoso», existe una gran analogía entre este juego y la inversión a largo plazo. Con todos los sentidos puestos en la Copa del Mundo que empieza esta semana en Brasil, echemos un vistazo a los puntos en común entre el proceso de invertir y el deporte más popular del mundo. Hay más de los que usted cree.
Por ejemplo, tomemos un escenario en el que un equipo marca un gol y va ganando 1 – 0 al principio del primer tiempo. Si usted fuera entrenador del equipo, ¿ordenaría a los jugadores replegarse y jugar a la defensiva para proteger la ventaja?
Probablemente, fuera un poco pronto en el primer tiempo para emplear esa estrategia, sabiendo que va a sufrir una presión constante por parte del equipo contrario.
En cambio, lo más seguro es que su equipo continuara con el mismo estilo de juego; continuaría atacando para desequilibrar al equipo contrario y así incrementar las probabilidades de ganar el partido.
Pues bien, el mismo concepto puede aplicarse a una estrategia de inversión. En un escenario como el descrito anteriormente, replegarse y jugar a la defensiva con tanto tiempo por delante en el partido equivale a asignar la mayoría de su portafolio a inversiones en renta fija.
Puede sentirse tentado de ir a por lo seguro e invertir en renta fija, pero con las tasas de interés en niveles mínimos históricos, ésta podría no ser la mejor opción. En función de su situación financiera, usted y su asesor financiero quizás deberían considerar asignar parte de sus inversiones a renta variable para crear un portafolio equilibrado que le permita manejar su riesgo y reducir la volatilidad total de sus inversiones. Así, podríamos decir que gozaría de la capacidad ofensiva necesaria para mantenerle en el partido.
Naturalmente, su estrategia como entrenador puede evolucionar a medida que avanza el juego, manteniendo el ritmo necesario en cada momento. Proteger una ventaja de 1 – 0 en la primera parte es algo muy distinto de hacerlo cuando quedan solo 5 minutos de juego. Lo mismo aplica a la inversión.
Su asesor tomará nota de sus objetivos financieros, su horizonte temporal y su tolerancia al riesgo para determinar cuál es la diversificación adecuada entre acciones, bonos y activos monetarios, con el objetivo de implementar la asignación de activos más oportuna.
Por favor, tenga en cuenta que no existe ninguna estrategia de inversión que pueda garantizar un beneficio ni proteger frente a una pérdida. También considere que todas las inversiones conllevan un cierto grado de riesgo, incluyendo la posible pérdida del principal invertido.
Columna de opinión de Victor M. Mendez, director de Marketing Global Retail en MFS