Difícilmente. No vemos que se den las condiciones para que se repita una crisis parecida a la de los 90. La mayor parte de estas economías, al igual que sus mercados financieros, han progresado de forma material desde aquel periodo tumultuoso. Si analizamos los flujos recientes hacia mercados emergentes y la estructura de su deuda, vemos señales más alentadoras que en las crisis de los 90 de América Latina y Asia. En aquellos tiempos, la mayor parte de la financiación de estos países provenía de unas pocas instituciones financieras, en especial estadounidenses y europeas, con balances muy apalancados. Ahora en cambio, la inversión proviene de una base mucho más diversificada de inversores, incluyendo corporaciones que realizan inversiones directas de capital además de fondos institucionales y minoristas no apalancados.
Fuente: IMF, Financial Stability Forum, abril 2014. Otras inversiones cubren créditos a corto y largo plazo; préstamos; divisas y depósitos y otras cuentas. Las transacciones de inversión directa en capital están excluidas.
En nuestra opinión, esto tiene dos implicaciones principales para los mercados emergentes hoy, en comparación con la década de los años 90:
- La predominancia de inversores no apalancados apunta a una menor vulnerabilidad de estos mercados a ventas forzosas en caso de una crisis súbita. En todo caso, no aísla totalmente a los mercados emergentes de los cambios en el sentimiento inversor, que suelen ser típicos en cambios de periodos de mayor a menor tolerancia al riesgo.
- Otra diferencia notable es la estructura de la deuda de los mercados emergentes. A mediados de los 90, una parte significativa de la deuda soberana emergente estaba denominada en dólares. Esto resultó ser una fuente importante de inestabilidad, ya que las diferencias entre ingresos en moneda local y pasivos en dólares resultó insostenible en tiempos de crisis, entre devaluaciones de la divisa y salidas de capital extranjero. Ahora la situación se presenta distinta, dado que el 80% de la deuda soberana de mercados emergentes está denominada en divisa local. Además, la composición por divisas de la de los instrumentos de deuda externa es más local.