Internet puede ofrecer un crecimiento a largo plazo a precios atractivos
Mantenemos una postura alcista a largo plazo sobre el sector de Internet, después de haberlo sobreponderado durante los últimos diez años. Existen dos factores que constituyen la base de nuestra hipótesis. En primer lugar, Internet está aumentando su cuota de mercado y lo continuará haciendo en el futuro mediante su capacidad para reducir la intermediación de los competidores de la «vieja economía», eliminando al intermediario gracias a un modelo de negocio con unos costes drásticamente inferiores. El acceso a Internet va en aumento gracias al incremento del ancho de banda y a la caída de los precios de los dispositivos. Los factores demográficos también proporcionan un importante impulso, a medida que los «refugiados digitales» (la generación de mayor edad que no se ha integrado en la cultura de la tecnología ya que la percibe como una amenaza o un peligro) envejecen y mueren, y los «nativos digitales» amantes de la tecnología (que consideran que la tecnología es una necesidad y realizan un elevado consumo en ella) ocupan su lugar.
Lo cierto es que estamos rodeados de víctimas de la vieja economía que sufren el aumento del uso de Internet: periódicos en dificultades, tiendas físicas vacías, videoclubs y librerías en quiebra… Creemos que a la migración de la vieja a la nueva economía aún le queda mucho camino por recorrer, ya que actualmente la mayor parte del consumo se realiza fuera de Internet. Por ejemplo, en EE. UU. las ventas online aún representan menos del 6% del total de las ventas minoristas. Si a esto le añadimos el enorme potencial de penetración de Internet en los mercados emergentes, que están poniéndose al día respecto a Occidente, tenemos entre manos una fascinante historia de crecimiento.
El tamaño puede ser un factor positivo
Sin embargo, la historia está repleta de «historias» de grandes ambiciones que terminan siendo pésimas inversiones. El segundo y más importante factor que hace de Internet una inversión atractiva son las grandes y crecientes barreras de acceso con las que cuentan muchas empresas de Internet. Una cantidad sorprendentemente pequeña de empresas dominan los beneficios de Internet. Los efectos del tamaño, la marca y la red resultan ser extraordinarias ventajas competitivas y, a medida que un área de Internet madura, uno o dos participantes del sector tienden a liderarla.
Por ejemplo, en la publicidad por palabras clave en los países desarrollados, Google obtiene una cuota de ingresos de más del 60% y, lo que es más importante, más del 90% de los beneficios. En el comercio minorista resulta extremadamente caro competir con la infraestructura de distribución y el poder de adquisición de Amazon en los mercados occidentales más importantes en los que está presente; en China, Alibaba mantiene una posición igualmente sólida. El mercado de reserva de hoteles, el área más lucrativa del sector de los viajes por Internet, está dominado por las páginas web controladas por Priceline, Expedia y TripAdvisor. Esto también se aplica a las emisoras de radio online (Pandora) y agencias inmobiliarias por Internet de Reino Unido (Rightmove). En nuestra opinión, esto es lo que realmente diferencia a Internet de otras áreas con un gran crecimiento, como la informática en la nube.
Aquí, la competencia es extremadamente dura y se asemeja a la que superó Internet durante la burbuja tecnológica y su posterior estallido, y tememos que pueda ocurrir algo parecido con varias de estas empresas de altos vuelos. Estamos de acuerdo en que la nube representa un importante cambio tecnológico y algunas de las empresas basadas en ella, tal y como pasó con sus predecesoras en Internet hace diez años, serán las ganadoras de esta batalla competitiva, pero por cada ganador habrá muchos perdedores, a pesar de que todos los participantes parecían tener las de ganar en un principio.
Cuidado con exagerar
En última instancia, por muy buena que sea la «historia» y muy sólidas que sean las barreras de acceso, se deben realizar ciertas valoraciones. Aunque algunas áreas de Internet resultan ahora bastante caras, la mayoría de las empresas de Internet son muy rentables, con tasas de precio/beneficios en línea con su potencial de crecimiento de ganancias. Esto contrasta drásticamente con las empresas de informática en la nube. En este aspecto, mientras se da un crecimiento de ingresos extremadamente alto —acompañado de un gran entusiasmo por parte de los inversores— se da también una notable falta de beneficios, incluso después de excluir las opciones de compra de acciones que esas compañías garantizan a sus empleados y gestores. Con respecto al crecimiento a largo plazo de la tecnología, creemos firmemente que los beneficios reales de Internet son, con mucho, más atractivos que las esperanzas puestas en la nube.