Durante las últimas décadas hemos visto surgir muchos empresarios de éxito en Asia. Sin embargo, se tiende a criticar que sus negocios generalmente “copian” ideas ya desarrolladas en mercados occidentales. Es cierto que sus negocios no han sido tan revolucionarios como los de algunas empresas occidentales. En realidad, no hay nada inherentemente malo en esto, y tampoco sorprende, dado el estado de desarrollo económico de la región . Sin embargo, no creemos que este modelo se perpetúe en el tiempo.
Muchas instituciones asiáticas han hecho de la innovación una prioridad estratégica nacional. Durante las dos últimas décadas han conseguido cerrar la brecha de I+D con muchas naciones occidentales. Por un lado han incrementado el nivel de gasto en I+D en las instituciones educativas al tiempo que se ha incrementado la transferencia de tecnología mediante la atracción de inversión extranjera intensiva en conocimiento tecnológico, obteniendo una fuerza laboral más preparada. Este esfuerzo ha conseguido la creación de numerosos centros de investigación equipados con buenas infraestructuras y trabajadores bien formados. Con el apoyo de la explosión de la penetración de internet y del incremento de la renta personal, el sector privado es cada vez más activo en la financiación de start-ups.
Financiación de I+D
Desde el principio de la década de los noventa, un mayor énfasis en la ciencia y la ingeniería ha mejorado de forma significativa la cantidad y calidad de los profesionales asiáticos en estos campos. Mediante este esfuerzo, se ha conseguido incrementar la participación de Asia en el I+D global desde un 24% en 1999 hasta un 32% en 2009.
Este incremento se ha servido tanto del crecimiento del PIB en la región como del mayor gasto en I+D, obteniendo los resultados más evidentes en China y Corea del Sur. El incremento en la financiación destinada a las ciencias, especialmente en China, Taiwán y Corea del Sur, ha motivado un crecimiento en el número de estudiantes que cursan estudios superiores. El número de licenciados en ciencias e ingeniería en China y Taiwán se ha multiplicado por más de dos veces entre los años 2000 y 2008, elevando la oferta de científicos asiáticos de forma acorde.
Medidas de política industrial
En general, las políticas de desarrollo gubernamentales han contribuido tanto a la construcción de buenas infraestructuras como a la educación de lafuerza laboral. Taiwán, Corea del Sur y Singapur han tenido mucho éxito en el desarrollo de sectores específicos promovidos por sus gobiernos, como el de semiconductores, el automotriz y las líneas aéreas. Durante la última década, algunas economías asiáticas menos maduras han utilizado fórmulas como los fondos públicos y los fondos tecnológicos para implementar sus políticas industriales con el objetivo de espolear la innovación local. Estas naciones cada vez echan mano más de la inversión extranjera directa para aumentar la transferencia de tecnología.
Sin embargo, ya sea por falta de escala o por razones de confianza o calidad, las empresas extranjeras tradicionalmente utilizan sus proveedores habituales en lugar de desarrollar una red de proveedores locales para su negocio. Para remediarlo, los gobiernos están incrementando los incentivos financieros a las empresas extranjeras para llevar a cabo su propio I+D en parques tecnológicos asiáticos. Actualmente, y según datos de la UNESCO, hay más de 400 centros científicos a nivel global. EE.UU. y Japón lideran la lista con 110 centros respectivamente, pero por detrás va China, que a pesar de no haber comenzado a desarrollar sus centros científicos hasta mediados de los ochenta, y tiene casi 100.
Gracias a esto, las multinacionales estadounidenses cada vez están asignando más proyectos de I+D a sus filiales en Asia-Pacífico (ex Japón), región en la que el valor de los proyectos de I+D se han multiplicado por más de siete desde 1997 hasta 2010. Esta actividad está generando la creación de centros equipados con la infraestructura tecnológica y la fuerza laboral especializada necesaria a lo largo de todo el continente asiático, condición necesaria para la creación y expansión de start-ups con innovaciones propias.
A través de este link puede acceder al análisis completo “Emprender en Asia”, realizado por Jerry Shih, CFA, Analista de Matthews Asia
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