Se conoció el último informe de flujos de inversión, para la semana terminada el 25 de septiembre (las semanas de flujos van de jueves a miércoles), la cual mostró cosas interesantes, como el hecho de que es la primera vez en las últimas 18 semanas que los bonos emergentes reciben flujos de inversión, que aunque bajos, representan una noticia interesante. Al igual, las acciones emergentes recibieron flujos de inversión, pero aquí hay un hecho que se debe destacar: es Asia la región emergente que recibe flujos para acciones, América Latina siguió mostrando una variación negativa (aunque en honor de la verdad, se debe reconocer que dentro de la categoría Global de Emergentes, América Latina puede participar positivamente con algo).
¿Quiere esto decir que las turbulencias en los mercados financieros emergentes terminaron, y que quizá veamos un nuevo rally en los activos dentro de esta categoría? Bueno, “momentito amigo”, como diría una vendedora del Mercado de la Seda en Beijing. El positivismo relativo que tienen los inversionistas acerca de emergentes viene por las bajas valoraciones que se obtuvieron luego de la fuerte caída registrada entre junio y agosto del presente año. Sin embargo, la categoría acciones emergentes, de mediano plazo, sigue estando con una señal de venta en la mayoría de los estrategas de portafolio a nivel global.
En el mundo de inversiones, los temas se dividen en dos partes: uno, el denominado Asset Allocation Estratégico (o Distribución Estratégica de Activos); y segundo, el Asset Allocation Táctico. El términos sencillos, el primero es el diseño del portafolio a largo plazo; pero el segundo, es el aprovechamiento de oportunidades puntuales por períodos cortos de tiempo. Es decir, el primero te muestra la carretera que debes seguir; el segundo, la velocidad a la que puedes ir en cada pedazo de ese camino.
Aunque los estrategas propendemos por el primero, pues permite diseñar con mucha más precisión métricas para poder ver el resultado esperado; lo cierto es que el Asset Allocation Táctico es una herramienta poderosa, pues te permite llegar primero al destino, si se sabe utilizar adecuadamente.
Los activos emergentes son, por este período de tiempo que viene (muchos informes hablan entre 6 y 8 semanas de positivismo), una apuesta táctica, que podría generar valor adicional a un portafolio de inversión. Muchos están apostando por incrementar emergentes frente a desarrollados; sin que lo anterior desvirtúe que, por tendencia histórica y algunos factores fundamentales, las acciones en Estados Unidos, por ejemplo, son un activo con una perspectiva muy positiva por los próximos 10 años.
Así, los inversionistas globales están aprovechando estas oportunidades que brindan los mercados actualmente. Es obvio que la decisión de la FED ayudó a incrementar el apetito por activos de riesgo (los denominados bonos High Yield siguen recibiendo flujos de inversión), pero así la FED hubiera comenzado el desmonte de incentivos, la oportunidad puntual en emergentes hacía atractivo invertir en ellos.
Es claro que, como la historia lo ha demostrado, algunos inversionistas llegarán tarde al baile, y pensarán que emergentes puede ser una oportunidad interesante a finales de octubre (luego de ver señales de recuperación por unas buenas semanas de forma sostenida); momento en el cual quizá el aprovechamiento táctico no sea ya una buena idea. Para finalizar, es importante aclarar que este aprovechamiento táctico se hace sobre los mismos activos que conforman el portafolio estratégico; disminuyendo o aumentando su participación momentánea, no cambiando radicalmente el perfil del portafolio.
Por favor tener en cuenta que: “Las opiniones aquí expresadas son a título personal y no reflejan necesariamente la posición de Skandia sobre los temas tratados”.