Se conoció el PIB de Colombia para el primer trimestre de 2013, el cual saca a relucir, una vez más, los problemas que está sufriendo el sector industrial y de manufactura. Sí, en conjunto el PIB creció más de lo que esperaban muchos analistas, pero los cuatro trimestres consecutivos de desaceleración industrial, deben llamar la atención de las autoridades sobre los problemas que está enfrentando el sector productivo, y que si se dejan agravar, luego tendrán repercusiones más fuertes sobre la economía.
Las cifras reportadas por el DANE dan cuenta de una buena dinámica en el trimestre de sectores como agricultura y minas; aunque en el anual es construcción el que rebotó de forma importante. Pero ni en la lectura anual, y mucho menos en la trimestral, la industria sale bien librada; y esto ya es algo que debe alertar (aún más) a las autoridades económicas. Falta ver si la entrada en vigencia del CREE, el desmonte de los parafiscales y la depreciación del peso en semanas recientes, son suficientes para fomentar al alicaído sector industrial colombiano.
Pero también hay que mirar con cuidado el consumo de los hogares, el cual tuvo señales que parecen encontradas: crecieron los servicios, los bienes no durables y los semidurables, pero el consumo de los bienes durables cayó. Esto es una señal importante para las autoridades, pues en el mundo de analistas económicos internacionales, los bienes durables tienen un efecto gigantesco sobre lo que puede ser el desempeño de una economía: generalmente, una economía en expansión muestra un dinamismo importante de los bienes durables, pero una en contracción, no lo hace. Esto porque lo primero que hace una población en una economía desacelerada, es cortar la compra de durables.
Aunque la discusión sobre si Colombia tiene o no una enfermedad holandesa parece haber sido engavetado, lo cierto es que varios signos son significativos de que debemos andar con cuidado: la industria desacelerada, los sectores no transables disparados, y un aumento proporcional del consumo de servicios por arriba de los demás; son indicaciones de que estamos caminando en la delgada línea que nos separa de tener o no tener enfermedad holandesa.
Es cierto que en la foto del PIB un número bueno es, precisamente, algo bueno. Pero si se descuidan por detrás los componentes del PIB, las cosas podrían estar mostrando una realidad que no es. Este es el verdadero reto de las autoridades colombianas, pues las buenas noticias que se han registrado para la misma recientemente, como los buenos datos fiscales, el aumento en la calificación de riesgo, entre otros, deben ser indicativos de que todo el mundo dentro de la economía, gane.