La muy esperada elección presidencial en Venezuela para escoger el reemplazo del peligroso y volátil marxista Hugo Chávez, ha terminado. Pero esta no fue una elección ordinaria. El candidato Nicolás Maduro, adiestrado en Cuba y miembro del grupo de íntimos de Chávez, especialmente escogido por el fallecido dictador así como por sus aliados cubanos, fue retado por el gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles, con gran respaldo democrático.
Al momento de escribirse este editorial parece que los chavistas nuevamente han encontrado la forma de permanecer en el poder. Todavía no esta claro si se presentarán demandas por irregularidades supuestamente habidas en el proceso de votación.
Lo que sí es seguro es que Maduro continuará llevando a Venezuela por el camino de la violencia y la pobreza, violando los derechos políticos y civiles de todos los que se opongan a la tiranía y, claro está, continuará ayudando económicamente con petrodólares al régimen de Raúl Castro. A fin de cuentas, el gobierno comunista de Cuba es el verdadero ganador. Cuba ha intervenido en la política venezolana durante los últimos catorce años; Venezuela le da a la isla nación $4 mil millones en petróleo gratis así que es del interés de La Habana asegurarse que Maduro continúe en el poder.
Es bien sabido que Cuba envió a 2,500 agentes – según informó el periódico español ABC – para manipular la elección a favor de Nicolás Maduro. Cuba ya tiene miles de agentes, disfrazados como médicos, en el país para asegurarse que el régimen de Castro siga controlando al gobierno en Caracas. Lamentablemente parece que éste será el caso ahora.
Henrique Capriles libró una buena batalla, pero se enfrentaba a fuerzas cubanas junto con los intereses políticos, económicos y militares de los chavistas en el poder. El fantasma de Chávez, el voto de solidaridad de los que lamentan su muerte fue fuerte. Más fuerte debe ser la determinación del pueblo venezolano que debe continuar luchando por la democracia, especialmente contra la interferencia extranjera del régimen cubano que no se detendrá ante nada para ayudar a Maduro a permanecer en el poder. Venezuela es víctima de esa traición.