La renta variable global mejoró en el segundo trimestre del año, pero el camino fue accidentado. Para AllianceBernstein, los informes de los ingresos futuros aportarán las claves de cómo las empresas están afrontando los crecientes desafíos –desde la guerra comercial hasta el crecimiento global- y cómo deberían posicionarse los inversores.
Los activos estadounidenses y europeos registraron un rendimiento por encima del índice de referencia, mientras que los de Japón y China descendieron. Los sectores financieros y cíclicos lideraron las ganancias y las acciones ‘value’ quedaron por detrás de las ‘growth’. El MSCI World Index cerró el trimestre con un incremento del 3,6% y ha subido un 16,7% en la primera mitad del año en términos de divisa local.
¿Por qué los mercados son tan volátiles?
En un reciente análisis, AllianceBernstein apunta que, pese a las sólidas ganancias de la primera mitad del 2019, los patrones de rendimiento han sido inestables. Los primeros cuatro meses de beneficios fueron interrumpidos por las fuertes caídas de mayo, cuando los miedos a una guerra comercial regresaron para volver a marcar el sentimiento del mercado.
Para la gestora, la reciente volatilidad se debe a la creciente preocupación de que la economía global se encuentra en las etapas finales del ciclo después de una década de crecimiento estable. Mientras, los mercados financieros están lanzando mensajes contradictorios a los inversores y, al tiempo que las acciones alcanzan nuevos máximos, la baja rentabilidad de los bonos refleja el pesimismo de las perspectivas.
Tres riesgos de inversión
En este contexto, AllianceBernstein ha identificado tres riesgos que pueden afectar a las inversiones y que es fundamental tener en cuenta:
1. La política: la disputa comercial EE.UU.-China se lo está poniendo muy difícil a las empresas a la hora de invertir para el futuro. Por ello, AllianceBernstein busca compañías que demuestren un buen equilibrio entre la gestión de la incertidumbre y las necesidades de inversión a largo plazo.
“Las preocupaciones comerciales van más allá de las víctimas obvias de los aranceles: las cadenas de distribución en el sector automovilístico y de la tecnología merecen una especial atención”, afirma, ya que aquellas empresas que se encuentran en enlaces clave de los procesos de fabricación podrían mostrar las primeras repercusiones de la guerra comercial.
Más allá de las disputas comerciales, el riesgo político también ha aumentado en otros sectores. Por ejemplo, la gestora sigue de cerca el Brexit por el shock que puede suponer para algunas empresas, así como la reforma sanitaria estadounidense, ya que los cambios normativos podrían impactar en los precios de los medicamentos y en la rentabilidad de las aseguradoras.
2. La macroeconomía: lo más probable es que el crecimiento global se mantenga lento. Determinados sectores cíclicos, como el automovilístico o el financiero, pueden dar pistas tempranas de las tendencias macroeconómicas, por eso AllianceBernstein sigue de cerca los informes bancarios en busca de muestras de deterioro del crédito.
En las industrias orientadas al cliente minorista, las tendencias de ventas pueden ayudar a identificar áreas de debilidad. “Por otro lado, aquellas empresas que registran sólidas ventas en un entorno económico más complicado pueden contar con poder de fijación de precios, una prueba de su resistencia ante una crisis cíclica”, señala la gestora.
3. Los tipos de interés: mientras que los mercados buscan en los tipos de interés señales de la economía y del atractivo de las acciones, los bancos sienten más directamente el impacto de los movimientos en los tipos. Ahora, con los tipos cayendo de nuevo, los bancos podrían tener que luchar para cobrar más por los préstamos, lo que perjudicaría a sus ingresos por intereses. Según la gestora, aquellos que logren seguir generando crecimiento en sus préstamos podrán soportar esta presión en los márgenes.
A corto plazo, los tipos bajos por más tiempo podría dar un respiro a las empresas que se han endeudado considerablemente en los últimos años. “Pero no pierdas de vista el balance: los tipos bajos no pueden ser una excusa para que una empresa se endeude en exceso, especialmente en un entorno de crecimiento débil”, advierte AllianceBernstein.
Cómo mantenerse invertido
Pese a estos riesgos, la gestora ve buenos motivos para mantener las inversiones en acciones. “Los beneficios corporativos son fuertes y las valoraciones de la renta variable, aunque no son baratas, tampoco están demasiado estiradas. Los estímulos y los tipos de interés suprimidos deberían respaldar las ganancias de la renta variable, incluso si se modera su crecimiento”, señala.
Asimismo, tampoco ha visto que se repita lo ocurrido en los ciclos anteriores, cuando los excesos en la tecnología y los préstamos subprime crearon burbujas insostenibles que, al estallar, desataron el caos. “Por eso no anticipamos un shock del mercado y pensamos que las acciones pueden generar ganancias moderadas”, asegura.
Con todo, antes que tratar de predecir los resultados políticos y macroeconómicos, AllianceBernstein cree que los inversores deberían centrarse en neutralizar los riesgos impredecibles a través de análisis cuantitativos y de los fundamentales para retirar de sus carteras valores demasiado expuestos a amenazas arbitrarias.
“La investigación también debería dirigirse a identificar empresas que controlan sus propios destinos, se benefician de fuentes resistentes de crecimiento no cíclico y se apoyan en equipos de gestión con experiencia”, sentencia.